El último día es el peor de
todos. Acomodar todo en la maleta. Pesarla porque las diferencias de gramos
ahora se pagan como oro (experiencia aprendida). Pensar en los transfers y en
las horas aburridas del aeropuerto. Pensar en un vuelo confortable. Todos esos
“pensares” se acaban al momento de subir al avión, particularmente el segundo,
luego de las conexiones realizadas. KLM es
una excelente compañía y el confort y atención, aún en economic class es muy
bueno. Los asientos no te aprietan contra el de adelante y las mesitas para el
momento de la cena no son tan peligrosas que se
te cae todo. De ahí que salimos a horario y llegamos a horario. Sólo que la
gran tormenta en Ezeiza nos hizo dar unas cuentas vueltas arriba del aeropuerto
con alguna vibración incómoda al momento de llegar. Pero todo pasó y bien. El
remise esperando y en un rato de tiempo en casa buscando desarmar todo y
acomodarnos a los nuevos horarios que las diferencias de horarios nos habían
complicado. Ver a los hijos y a los nietos, entregar los regalos, disfrutar los
mimos y el cariño fue todo uno. Incluídas algunas malas noticias que nos
esperaban. Pero como en la vida, todo pasa y tiene que seguir. Algo aprendimos
en el viaje, y “todo se mueve con una ordenada armonía” de modo que con esta
consigna podemos decir que aterrizamos de lo mejor.
El viaje fue bueno en todo
sentido. En nuestra elección de los itinerarios y de la empresa que los
prestaría. Todo anduvo como un relojito. El recorrido no sólo cubrió la
expectativa sino que la superó
ampliamente. Ese “dejarse asombrar” propio de la filosofía griega fue nuestra
consigna y por ello disfrutamos las novedades, el paisaje, la estética de lo
griego en su mar, en sus montañas, en sus pensadores. Dejarse asombrar
significa también entusiasmo, emoción, casi atontamiento frente a la belleza,
lo inesperado.
Hugo paisajes verdaderamente alucinantes como Kalambaka y
Capadocia, ciudades que te dejaban con la boca abierta por esa capacidad humana
de rehacerse frente a todas las adversidades habidas. Una historia pletóica en
ambos pueblos, el griego y el turco, sus principios y prácticas religiosas, respetables y únicas
que pudimos ver, admirar, sentir y acompañar. Esas entradas a las iglesias
ortodoxas nos llenaban de piedad y de sensibilidad, tanto como el ingresar a
las mezquitas que de algún modo lo hacíamos por primera vez.
Hemos visto
peregrinos cristianos en Fátima, en Santa Ana de Montmorency (Canadá)i, y los
hemos visto en Konya para llevar el homenaje y el respeto de los mahometanos a
su maestro Mevlana. Tan iguales en actitudes y respeto…
Hemos sumado paisajes de
montaña y de bosques, de mar y de ríos, de lagos y de arroyos, de atardeceres
y algún amanecer. Lo urbano con sus calles y su gente. Caminatas por la noche y
paseos hasta cansarse.
Y ese caleidoscopio que es
nuestra mente incansable de mirar, descifrar, disfrutar y … recordar. Las emociones de lo bello y siempre…. ¡el
asombro!
Fueron más de 4500 Km los
recorridos. En excelentes buses e inmejorables choferes. De ahí, un agradecimiento especial a Europamundo vacaciones. Por los recorridos,
por el trato, por el cumplimiento de todos los detalles. Por los buenos hoteles
que no alcanzamos a disfrutar en el tiempo disponible.
A Emre Karaman, nuestro guía
de Turquía. De un modo especial. Un verdadero y profesional coordinador de grupo
y mejor guía. Nos hizo sentir su país como corresponde. Con respeto,
sensibilidad y mostrándonos esa “vida profunda” que a veces el turista no alcanza a captar. El
paisaje, la nación, lo religioso y de lo que se sienten orgullosos los turcos.
La nación entera es un mosaico de muchísimos siglos de historia, de luchas, de
fracasos y de éxitos como el que están teniendo pese al malhumor de muchos
medios internacionales. Emre hizo todo el esfuerzo, creo que algo nos ha
quedado y eso lo agradecemos con cariño y mucho respeto. Agradecemos su
preocupación personal hacia Montserrat cuando fue necesario. Gracias, Emre. Gran amigo, Cheee!
A Carlos Lombardi y Confort Turismo con su gente, por haber interpretado nuestras inquietudes y
habernos ayudado a elegir un itinerario, fechas y vuelos, que nos satisfizo plenamente. Para recomendar.
Tanto el itinerario como a Carlos y su equipo. Saben lo que hacen.
A Las compañeras de Junín (Betty, Liliana, Teresita y Pelusa)
con quienes encontramos los momentos de la pausa turística para charlar, contar
cosas y reírnos y en los momentos de wifi intercambiarnos fotografías.
A los amigos mexicanos Ricardo, Guillermo y Jorge, y a Sergio, de Chile, que le pusieron seriedad y humor al tour, junto con las “chicas” del fondo del bus,
Fabiana, Julieta y Cecilia. Humor,
alegría, vitalidad y superacompañamiento.
A Graciela y a Magui que no dudaron en darnos una verdadera mano
cuando fue necesario. Con simpatía y verdadero sentido de acompañamiento (y
debo agregar, profesional), a Beatriz y
a Elísabeth con quienes nos encontramos casi perdidos a las 3 de la mañana
al salir del aeropuerto de Atenas y con afecto nos reconocimos durante todo el
viaje.
En fin a todos los
compañeros del grupo Grecia y del Grupo Turquía porque entre todos tuvimos la
buena onda de disfrutar el viaje, las
enseñanzas de los guías y de compartir lo que cada uno podía con el otro. Se
puede decir sin ninguna duda. Un hermoso viaje., con mucha alegría, toques de
humor. Buena Gente.
Y, finalmente, a nuestros
seguidores “virtuales” que nos han acompañado a través del Facebook (más de
1000 likes, sobre los reportes, ni hablar los de las fotos ) y del Blog (de 600
visitas) y con quienes hemos compartido gustosamente los relatos y las
imágenes.
Antes de partir de Estambul,
hermosa , misteriosa, llenas de luces,
mezquitas con sus minaretes, calles pletóricas de gente, perfumes y olores, de especies de todo tipo,
de frutas y de nubes de de narguiles humeantes, fuimos a caminar hasta el momento de la despedida.
Luego, Aeropuertos, esperas, vuelos,
corridas finales y después de una larga noche y un amanecer un poco movido, llegamos a la Argentina. Nuestra
cosa, que extrañamos, con todo lo que es. Y ya en casa, un almuerzo a gusto,
con un buen vino nacional, y a soñar el próximo viaje….
Nos vemos......!
Fue un viaje maravilloso y me encanto conocerlos y compartir tan lindos momentos. Y aparecer en las fotosssss
ResponderEliminarMagnífico tu relato de los días vividos tan intensamente tanto en Grecia como en Turquía. Tus palabras son el fiel reflejo de lo acontecido.Me alegro de haberlos conocido.Reciban un afectuoso abrazo.
ResponderEliminarQué emocionante poder recordar a través de tus palabras el maravilloso viaje que hicimos por Grecia y Turquía. Y una felicidad muy grande haber compartido tantos días con gente tan linda, que fueron nuestra familia en los días lejos de casa. Muchas gracias por haber compartido tu diario con nosotros! Nos vemos pronto!!! Elizabeth
ResponderEliminarMuchas gracias. Fue un gusto haber realizado este reporte y haberlo compartido. Me alegro que lo hayan disfrutado. Cariños.
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