Llegamos a Santiago. No como los peregrinos sacrificados que hacen su camino de promesa o de expiación. Lo hemos hecho en bus y, tal vez con algo de envidia, nos hemos sentido igualmente peregrinos. Llegar hasta Santiago es una experiencia personal, encontrada en los momentos de la docencia de la historia medieval, que se ha nutrido de información y que se perfecciona a lo largo del camino del Cantábrico donde hemos visto las vieiras indicándonos la dirección correcta.
Y este camino se perfecciona al ver las torres barrocas de su catedral e ingresar con silencio y respeto al templo. Todos los caminos conducen a Santiago. Son muchos los caminos de la Ruta Jacobea (http://es.wikipedia.org/wiki/Camino_de_Santiago) intrincados algunos, difíciles otros, largos, de trechos cortos. Hoy existe una gran organización para acompañar a los peregrinos y que se los ve al entrar en la gran explanada de la Catedral.
La concha de vieira fue el inequívoco certificado de haber pasado por Santiago. Sólo crece y se cultiva en los mares de Finisterrae, al oeste de Santiago. Posteriormente se comenzó a otorgar un certificado mas formal. La "Compostela" donde se acreditaba el peregrinaje, con las ratificaciones de cada uno de los pasos a lo largo del camino elegido.
Hoy lo hacen los peregrinos modernos y pueden certificar con 126 km caminando o 200 y pico en bicicleta. Pero hay que hacerlos...
El camino de Santiago también puede ser considerado como el primer tour turistico de la cristiandad medieval.
Galicia se levanta sobre los sólidos cimientos culturales de los celtas y, por ello, los habitantes de este lugar mantuvieron su personalidad frente a la romanización y germanización de los pueblos posteriores. Fruto de este fuerte caracter crearon a partir del latin, el galaico-portugués que fue la mas evolucionada de las lenguas romances hasta que, posteriormente, cada una de ellas siguió por caminos distintos.
Galicia se levanta sobre los sólidos cimientos culturales de los celtas y, por ello, los habitantes de este lugar mantuvieron su personalidad frente a la romanización y germanización de los pueblos posteriores. Fruto de este fuerte caracter crearon a partir del latin, el galaico-portugués que fue la mas evolucionada de las lenguas romances hasta que, posteriormente, cada una de ellas siguió por caminos distintos.
La catedral de Santiago es una de las pocas catedrales europeas que se levantan con espacios libres a su alrededor (cuatro plazas). Torres, puertas con relieves y fachadas barrocas la adornan y componen una sinfonía visual de periodos y estilos diversos. Comenzó a construirse con el románico del Siglo XI, pero al entrar ya nos encontramos con definiciones góticas, renacentistas en sus formalidades clásicas y finalmente barrocas con un estilo absolutamente personal.
A lo largo del día recorrimos sus callecitas atestadas de turistas, de habitantes locales, de peregrinos. Todo una dinamismo alrededor de la Plaza del Obradoiro y de la Catedral. si hay algo que nos produjo un gran asombro fué la misa. Todos los presentes tenía algo que decir y fueron allí por si mismos, para cumplir una promesa, una expiación, para pedir a Santiago el Salvador fuerza para sus vidas, para pedir la paz a un Santiago Guerrero, o simplemente orar ante un Santiago intercesor. Son las tres imágenes de Santiago Apóstol que coronan la Catedral. La puerta santa, cerrada hasta el próximo jubileo, es una foto obligada de los turistas, al igual que el botafumeiro al que hacen cimbrear con fuerza los privilegiados hombres de la cofradía.
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