7/29/2013

Bitácora 2013. Día 28. Fin de viaje


Recuerdo mis tiempos de docente en que cada clase que daba implicaba siempre tres momentos: el de la preparación, la clase en sí, y al tercer momento en que recordaba las cosas que no dije en la clase y que debería haber acentuado. Realmente este era el mejor, al que nadie asistía. Quedaba sólo para mí.  Lo mismo sucede con esta bitácora que me permitió recuperar importantes momentos del viaje y compartirlos con mis lectores, algunos conocidos, otros que fui conociendo en el transcurrir de los días y muchos otros que se han interesado por el viaje, habrán puesto “me gusta” o no y realmente deseo que lo hayan disfrutado.

















Pero el viaje terminó. La bitácora fue sólo una apreciación de momentos del viaje. Quedan muchas impresiones, muchas fotografías y muchas anécdotas que por razón del espacio, tiempo y respeto al lector no se han incluido. Es como el metrónomo de Praga, que señala un compás que el director sigue, pero en su interior existen mil melodías que gustaría interpretar. Hay fotos únicas, hay graciosas, hay ilustrativas y y muchas más. Al igual que comentarios, reflexiones, miradas y diálogos que quedan, que no han sido incorporados a la bitácora, pero forman parte del viaje.
Metrónomo de Praga

El último día no se cuenta. Es el de las maletas apuradas, el de buscar taxis con ansiedad,  el de las horas estériles de espera en aeropuertos, de trámites ininteligibles e interminables del check inn o  del  tax free, de las aduanas, del strep tease en migraciones o el de intentar dormir en el avión…

Gracia en Barcelona

Con el glamour de Franckfurt
En este viaje han sucedido muchas cosas. Un sueño largamente alimentado y ahora cumplido, muchas perspectivas distintas que te hacen mirar con mayor profundidad, tanto las cosas del viejo mundo como las del nuestro. Nos hemos acostumbrado a no comparar pero tampoco a tener vergüenza de nuestra vida. No todo es lo mejor lo que se ve en el primer mundo y en algunos lugares que se dicen el primer mundo. Tampoco todo lo nuestro es lo mejor (“en Europa no se consigue”). Justamente estas cosas son las que nos deben hacer reflexionar y debatir. No es ir a Europa y despotricar contra Argentina (lo he escuchado varias veces), ni tampoco embobarse con la luminosidad (que existe) en muchas ciudades europeas. Siempre habrá alguien detrás de nosotros que recogerá nuestras migas… Somos así y así debemos  considerarnos. ¿Podríamos ser distintos?  Es probable. Pero ese tema ya no entra en mi bitácora.
Vivir en el neolítico...!

Mi agradecimiento a quienes viajaron conmigo. A mi esposa Montserrat a quien le prometí un viaje tranquilo y descansado y no lo fue. Por suerte, no lo creyó y, también por suerte, fue un viaje intenso, dinámico, lleno de sorpresas. Y para eso pusimos ganas, piernas, buena onda y entusiasmo de querer hacer siempre un poco más, más allá de lo programado y muchas veces, más allá del propio aguante. Le agradezco también porque supo acompañarme en mis gustos, en mis ganas y en mis caprichos.  Supongo que  yo también he hecho mi parte. ¿sí?  


A mis primas María Rosa y María del Carmen, caminadoras incansables y de buena onda. María Rosa presumió todo el viaje de haber llevado el sol por Europa durante los treinta días. ¡Tamaña responsabilidad! Se la ganó.
María Rosa y María del Carmen


Gracias a nuestras amigas Raquel y Cristina. Gracias a la Gente de Special Tours quienes cumplieron con lo pactado a lo largo de los quince días en que anduvimos juntos con Chelo a la cabeza y Jesús  (el de Alicante) en el volante.
Raquel y Cristina

 Gracias a Carlos Lombardi y su Confort Turismo quien nos diseño, preparó y programó  el itinerario que habíamos pensado.

Y Gracias por el buen tiempo, por la buena salud, por las buenas energías.
Y también, muchas gracias a nuestros queridos lectores del FACEBOOK, quienes con su afirmación gustosa y con sus comentarios finos y atinados supieron y quisieron acompañarnos. Y que me fueron incentivando (obligando?) a mantener sustentable la bitácora día a día, procurando escribir bien (que tanto a ellos como a mi nos gusta). 

Flores en Nüremberg
Gracias a los silenciosos lectores del blog www.bitácoradeviajedehaw.blogspot.com.ar que fueron muchos (lo sé porque las estadísticas de entradas al blog asi lo indican) y que también compartieron mis impresiones y mis fotografías. Gracias por todo.

Mañana ya no estaré con la bitácora. Por ahí reaparecerán comentarios por la repetición  o replicación de algunos. O desaparecerán por lo efímero que resulta el FACE.  Pero, ¿quién nos quita lo bailao?
Nuevamente gracias por cada por uno de los casi treinta días en nos hemos encontrado como amigos, como fieles compañeros, transitando incansable y en “forma virtual” de este modo de mirar la vida. ¡Que no es poco!

Ah!
¡Seguro!.  ¡Nos volveremos a encontrar!


 Horacio

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