A la mañana siguiente recorrimos un poco la ciudad. Es una
ciudad importante en la historia de la vida de Chile. Centro profundo de la
Araucania donde la vida mapuche se desarrolló desde los tiempos inmemoriales y
a la que desea regresar progresivamente. Hay pasos, hay convenios, hay ataques,
hay idas y vueltas en la recuperación de estas identidades. Las dos esculturas
mapuches que nos recibieron anoche marcan la presencia de su vida
en la región.
El otro hecho importante de Temuco es su Mercado. Es un
atractivo turístico ineludible. La vida de la ciudad se expresa con sus aromas,
sus colores, su gente, sus productos, con su dinamismo. Y no queda encerrado en
las ocres paredes de su edificio, sino que se continúa en las calles adyacentes
donde el desorden (a los ojos del turista) marca el bullicioso trabajo
productivo de sus habitantes, su trabajo artesanal, el lugar donde la
gente adquiere lo que demanda su vida
cotidiana y la que ofrece sus productos. Es para volver.
Luego de este recorrido iniciamos otra vez un largo
recorrido de mas de 650 km hasta Santiago. Nos esperaban varias horas de
excelente autopista y mejores paradores, pero había que aguantar varias horas
de viaje. Ya el bullicio del bus entre los participantes del tour era distinto
al del primer día. Se compartían las fotografías, se intercambiaban las
tarjetas de contactos, se conversaban sobre las cosas, la vida, la familia y el
viaje. Patricio, nuestro guía y coordinador, aprovechó para hacer silencio y
terminar su siesta que nunca pudo hacer en los días anteriores. Era el momento
de revisar las fotografías y eliminar aquellas mal tomadas o movidas. Era el
momento de recordar aquellas instantáneas interesantes que no entraron en las
bitácoras de los días anteriores.
Una parada obligada fue para admirar los Saltos del Río de
la laja ubicados en la Región del Bio Bio. Con una altura de 40 a 50 metros
sobre una pared volcánica produce una impresión increíble. Me hubiera gusta
verlos con sus aguas a pleno desborde. Ese debió ser una tarea de la
imaginación.
Con esta postal nos fuimos directo a Santiago. Un viernes a
la tarde, de cambio de temporada turística, nos prometía una entrada a la
ciudad densa y pesada. De modo que nos relajamos y continuamos el viaje.
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