El objetivo de esta bitácora es
compartir un pequeño viaje que siempre
sirve para airear el cuerpo, largamente abrigado por la seguridad del
propio nido. Vistas nuevas, problemas a enfrentar, particularmente con el
idioma, encontrarse con otros modos de vida, estar entre mucha gente a la que
no le interesa que uno esté en el medio
en tren de paseo.
Salir y encontrarse con otras
temperaturas, pasear con menos ropa si hace calor o con la poca que uno lleva
si hace más frío del esperado. Normalmente en este viaje lloverá y uno no está
acostumbrado a salir con la llovizna. Veremos cómo nos vamos acostumbrando,
cómo el cuerpo reaccionará a algo tan inmanejable como es el tiempo. A vivir
sin el sol o con un sol abrazador. Experiencias de la vida física en las que uno, en casa, se
encuentra cubierto.
También se nos plantea las ganas
que tenemos de ver otras perspectivas, de cómo los otros ven al mundo y,
incluso, cómo nos ven a nosotros. Animarse a preguntarles que piensan sin
ponernos nerviosos si las respuestas puedan no gustarnos. Y a la vez, vernos a
nosotros mismos desde esos otros lugares, utilizando sus propias perspectivas
para mirarnos.
Viajar nos lleva también a
compararnos. Cosa que no hay que hacer, aunque es una tentación muy grande. Lo
que no hay que hacer es subestimarnos
aún cuando existan razones objetivas para ello. En muchas cosas nos
llevan la delantera y en eso no hay dudas. De ahí que sea necesario
preguntarnos si existen otras respuestas distintas a las que tenemos para
resolver nuestros problemas y que debemos descubrir y aplicar con nuestra
propia forma de ser.
La idea es mostrar los lugares
por donde pasaremos, algunas fotografías, algo de las estupideces que cometemos
como preguntarle algo a quien no nos va a entender; un poco de cholulismo como
las fotografías con la gente del lugar, ya que no estamos acostumbrados a sus
formas de pensar e incluso de vestir. Londres es un gran mundo. Por algo se
habla de ciudad cosmopolita. Yo agregaría que tiene todas las características
que tienen las grandes capitales como New York, Berlín, Paris, incluso Madrid o
Barcelona,
Intentaremos mostrar lo que nos
resulta interesante y lo que salta a la vista o a la cámara fotográfica como para
mostrar. Como el cartel que vimos en Belfast indicando la zona libre
de….alcohol. Raro no?
En Irlanda? Y la flor de multa que se ligaría la persona
pasada de cervezas…. O la forma de sentir el amor en aquella silla londinense….
El viaje para nosotros ha sido
enriquecedor, Mucho más enriquecedor que el dinero invertido para hacerlo.
Hemos debido prestar mucha atención porque las cosas no están escritas en
nuestro idioma original (el castellano) sino en inglés, o en Gaélico como en
Escocia, Irlanda y Gales, o en el payés en nuestro pasaje por el Valle de Aran
en Catalunya. Pero una escritura distinta también nos recuerda siempre que lo que se indica es diferente, ni mejor ni
peor, lo que ayuda a mejorar nuestra perspectiva.
Como experiencia general (y no
teniendo en cuenta la mudez de la estatua a la que le reclamaba información) es
muy buena y satisfactoria con los
ingleses. Caballeros, elegantes, responden a nuestras consultas, a veces con
generosidad. Buena Educación es lo que se dice. A veces la pierden los
inmigrantes que tienen que hacer el trabajo que a los ingleses no les gusta cómo
manejar los taxis, atender las mesas o limpiar los hoteles. Pero si no son
respetuosos no les va a ir bien, a pesar de la defensa de sus identidades que
me gusta hacer. Hemos sido maltratados por los tacheros pakistaníes en los que
tuvimos que confiar. Así son las cosas. Hubo pakistaníes o cachemires que nos
trataron bien, pero no eran taxistas.
El sentido pragmático se ve en
todo aquello que es organizado por los ingleses. Un botón de muestra. Pusieron máquinas expendedoras de tickets para todo. Y
liberaron mano de obra la que reciclaron en asesoramiento de los usuarios de
las maquines tickeadoras. Confían mas en las máquinas para contar, sumar y
contabilizar. Pero, para asesorar a la gente (que no conoce la lógica de los
ingleses), mejor las personas. Y les funciona bien. De lo otro, de lo que pensamos de los ingleses, no entrará en esta bitácora y harina de otro costal que podremos abrir o no en algún momento. Por ahora, el viaje.
Y esta es la idea, compartir un
viaje. Para ello he ido tomando las notas necesarias para armar este itinerario o bitácora que para algunos amigos es bienvenida. A todos, si les gusta la idea, en los próximos días desgranaremos nuestros
comentarios e información sobre los lugares que visitamos. Por ahí esta forma
de compartir se convierte en una invitación a viajar. Lo que hace bien y es
bueno.
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