Casi antes de ingresar a Portugal nos encontramos con este pequeño pueblo que tiene por títulos "ciudad antigua, noble y leal". Antigua porque tiene una historia antes de la historia, con cuevas de restos paleolíticos y dólmenes importantes en sus cercanías. Noble porque debió ser repoblada con los nobles del reino de Castilla (una modalidad que tenían los reyes para sacarse de encima a los cortesanos sobrantes) Y leal, porque sus caballeros defendieron siempre a sus reyes.
Rodeada por un muro romano le han construido en siglos mas actuales, otro muralla para defenderse de los almohades y portugueses y también de los propios españoles que debían zanjar sus diferencias con las armas. Y en su historia, se unen todos, españoles, portugueses y también ingleses para defender los sitios del ejército napoleonico en los años 1810 y 1812. Llegamos justo el día en que, con las tres banderas colgadas en todas las casas y calles, festejaban este recuerdo, tan real como contradictorio.
La ciudad, dentro de las murallas es encantadora. Con sus calles adoquinadas y los edificios muy bien conservados, luce como un pequeño testimonio de la historia medieval en medio del ruidoso mundo moderno. Sólo algunos vecinos pueden ingresar con sus automóviles.
Es probable que la zona quedara integrada dentro de los reinos cristianos durante el reinado de Alfonso VI de León y Castilla, a finales del siglo XI. Según la historiografía local, su reconstrucción y repoblación vendría de la mano del conde Rodrigo González Girón, de quien se dice que recibe su actual nombre, Ciudad Rodrigo. El topónimo se extiende también a otros lugares como Aldearrodrigo o Castelo Rodrigo. En un documento de la catedral de Salamanca, fechado en 1136, consta que los salmantinos compraron la aldea de "Civitatem de Roderic"; este es el testimonio más antiguo del nombre de la ciudad que conocemos, pues el de época romana se ha perdido, por más que la historiografía desde el siglo XVI quiera enlazarlo con Miróbriga, a raíz de la lectura de los términos augustales.
Nuestro ingreso a Portugal se realiza a través de esta ciudad: Coimbra. Cuna de seis reyes y de la primera dinastía, es también importante y sobre todo por ello, por ser la sede de la Universidad mas antigua de Portugal y de las mas antiguas de Europa, junto con Bolonia, Salamanca o la de Paris.
Hay dos ciudades, la ciudad alta o la Almedina que por su puerta se ingresa a la Universidad que luce en lo alto de la colina, y la ciudad baja, del otro lado del río Mondego en la que hay tanta historia para contar como en la de la colina universitaria. Esta es la ciudad del trabajo, de los artesanos, del comercio y de los barrios junto al río.
En la colina del frente se encuentra el Convento de Santa Clara, conjunto monástico, iniciado en 1649, que vino a sustituir al primitivo cenobio de las monjas Clarisas, que el lecho del río Mondego había acabado por arruinar. El edificio, de estilo barroco, es sobrio y utilitario, flanqueado por torreones. En la iglesia se guarda en exposición, en el retablo del altar mayor, la urna de plata y cristal (siglo XVII) con el venerado cuerpo de la Reina Santa Isabel. El sepulcro primitivo de la patrona de la ciudad, en piedra, ejecutado por el maestro Pêro en 1330, se encuentra en el coro bajo de la iglesia. El claustro de 1733 tiene traza de Carlos Mardel.
La universidad es una definición de la ciudad. Construida sobre la colina, todos los días los estudiantes acceden a ella a través de la Puerta de Almedina, con sus vestimentas negras de pantalon y chaqueta, su camisa blanca y la capa negra. Capa que sobrevivirá como recuerdo de su estadía en la universidad. El resto de sus ropas quedarán hechas jirones el sábado de la estudiantina luego de graduado. Jirones que serán colgados en las rejas de la universidad mientra el nuevo graduado huye desnudo colina abajo.
Fuera de esta anécdota simpática, lo mas importante es su organización. Pero también hay que nombrar a la Biblioteca Joanina, verdadero testimonio de la cultura ya que desde 1750 en que fue construida fue albergando los mas de 200.000 volumenes. Todos los ejemplares están en perfectas condiciones. La biblioteca (que no puede ser fotografiada) mantiene las condiciones de sequedad/humedad importantes. Sólo pueden ingresar grupos reducidos y de una sola vez para impedir que la luz del sol y los insectos penetren en ella. Construida con oro, plata, maderas labradas con toda la riqueza que pudieron traer de la colonia, es una de las pocas herencias importantes en momento de la gran decadencia portuguesa.
Siendo una universidad no tendría que tener su capilla. No obstante, la capilla real es también otra muestra de orgullo de la universidad.
Dentro del amplio programa de acontecimientos culturales que la ciudad ofrece a sus visitantes durante todo el año hay una expresión artística que predomina sobre las demás: el fado, que permanece inexorablemente ligado a la historia de Coimbra, y que está conectado a las tradiciones académicas de la Universidad. Tanto los cantantes como los músicos, que siempre son varones, lucen la tradicional ‘capa y batina’ de color negro, y sus letras hacen referencia a amores estudiantiles o a la ciudad, envolviendo de melancolía los escenarios donde se interpretan.
Cerca de la entrada a la Universidad se encuentra la estutua que recuerda a la mujer que acompañó a cada uno de los universitarios durante su estadía, fue la novia de todos, pero que no se quedó con ninguno. Hoy la universidad le levanta un monumento en bronce como recuerdo de su fidelidad hacia ellos.
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