10/29/2011

Día 16.- Poblet - Montblanc.

Poblet
Tenemos unos amigos de muchos años en Sabadell y decidimos pasarla juntos por lo menos un día y lo hicimos paseando por lugares que -entre muchos mails intercambiados - decidimos entre los dos. O mas bien, Josep. Junto a María Antonia, su esposa, Montse y yo nos lanzamos hacia el sur de Barcelona. Primera parada, el Monasterio de Poblet.
El Reial Monestir de Santa María de Poblet es un clásico monasterio cisterciense  (benedictino)de España. Creado en el siglo XII por Ramón Berenguer, el Conde de Barcelona, encontró su esplendor en los siglos XV y XVI y luego, en el XIX, cuando dejaron a muchos monasterios fuera de la ayuda estatal, se convirtió en una vieja casona, pasto de saqueadores y víctima del inexorable tiempo. Esto de dejarlo fuera no era mas que la conclusión entre las pujas liberales y absolutistas de los siglos ZVIII en adelante. En el año 1822 se pusieron a la venta sus propiedades y los monjes fueron expulsados por los somatenes liberales que estaban en guerra contra los absolutistas. Después el monasterio quedó abandonado a su suerte y durante dos años sufrió incendios y saqueos, aunque antes se habían retirado los tesoros de joyería. En 1825, durante el decenio ominoso de Fernando VII, los monjes volvieron y trataron de restablecer el orden, restaurar los desperfectos y recuperar algo de lo robado. Pero las luchas entre liberales y absolutistas continuaban y las consecuencias fueron fatales para muchos enclaves monásticos de Cataluña. Temiendo lo peor, los frailes jóvenes y liberales, seguidos por los más ancianos, decidieron exclaustrarse y se refugiaron en casas particulares. Sacaron del monasterio los enseres más valiosos y transportables entregándolos en custodia a particulares; casi todo se perdió. En el monasterio quedó la biblioteca, los archivos y las tumbas reales a la espera de un nuevo saqueo y profanación.Al rescate de estas riquezas, con posterioridad a la guerra civil, se lo restaura en todo lo que se puede y se añoran las viejas obras de arte que de acuerdo con los testimonios existían en el monasterior pero entonces ya no estaban.
En su historia existen las tumbas de más de 16 reyes de la región, sus esposas y sus hijos. El saqueo, los incendios y la desidia habían convertido el complejo en un lugar de ruinas olvidadas. En el año 1930 se creó el Patronato de Poblet para ayudar a recuperar las viejas piedras y obras de arte que aun quedaran. También se creó una Hermandad de Amigos del Monasterio. Con estas ayudas se pudo recuperar gran parte del edificio y en 1940 ya pudo afincarse en él un grupo de cuatro monjes cistercienses.
En la actualidad continúan habitándolo los monjes del Císter que cuidan del lugar, rezan y mantienen una pequeña huerta. Regentan además una hospedería que da cabida a 12 huéspedes varones que necesiten un retiro espiritual, a cambio de lo cual reciben la limosna voluntaria que cada uno quiera dar. En muchos monasterios españoles existe este tipo de hospedería. La regla de todo monasterio benedictino es: ora et labora. Oración y trabajo. Su tarea es brindar servicios turísticos en el lugar. Y lo hacen bien... Sólo que no podemos ni fotografiarlos ni molestarlos cuando están en actividad. Muy buena medida.






Montblanc
No es un pueblo sobre un monte blanco. Es un pueblo en una colina yerma y estéril (blanc). Sin embargo, esta localización es importante, no sólo para el turismo, sino también por su historia. En las cercanías se encuentran las "coves del´espluga, que es una puerta abierta a los tiempos prehistóricos. Se encuentran testimonias de la formación geológica sino que se pueden seguir los trazos del ser humano desde el paleolítico inferior hasta la edad de bronce. Posteriormente los iberos también han dejado sus huellas es este lugar que parecía inhabitable.

Como pueblo es un hecho político del Conde de Barcelona para repoblar la región, libre de impuestos y de peajes, al punto de ser llamada originalmente Villasalva (ciudad libre). Las inundaciones frecuentes hicieron que el pueblo debiera constituirse en la lomada y, con tantos privilegios y franquicias fiscales, se hicieron famosas las ferias, las concentraciones de ganado, con lo que la nueva burguesía comenzó a construir sus palacios y viviendas y rodearlos de murallas. fue también una ciudad real en la que se constituyeron las Cortes. El siglo XX lo encuentra en decadencia y la guerra civil acabó con el resto. Hoy se lo quiere recuperar al punto tal que existen voluntarios en toda la ciudad para acompañar y guiar a los turistas.







Por fin, en algún lugar, seguimos conversando, alrededor de una equisita comida en el Hotel del Senglar en Léspluga de Francolí.
Mas tarde, previo paso por Tarragona, volvimos a Barcelona, donde nos despedimos hasta la próxima vez, con un nuevo paseo: Girona.

En 1833 y durante la Primera Guerra Carlista las columnas volantes de los ejércitos fijaron su residencia en el monasterio. Violaron las tumbas quemando los ropajes que encontraron dentro en busca de oro y piedras preciosas. Más tarde fueron recuperados bastantes volúmenes y documentos y los restos de las tumbas fueron llevados a Tarragona para su custodia.

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