Sarrià era ya en siglo XV un nucleo rural considerable. En los siglos XVI-XVII adquirió una cierta importancia al instalarse allí casas de verano de barceloneses. A partir del 1850 Sarrià dejó de ser rural y a comienzos del siglo XX, era uno de los núcleos más ricos de Barcelona. Sarrià quedó agregado en la ciudad por real decreto, siendo el último pueblo del plan en incorporarse a Barcelona. Hoy el Sarriá es este pequeño suelo dentro de una gran urbanización llamada Sarria.
Nuestros amigos están felices de vivir en esas calles donde sólo entran los autos de los vecinos y donde se respira el conocimiento que hay entre ellos, o la feria del domingo donde buscar el pan y los fiambres o donde tomar una copa antes del almuerzo. Eso sí, no dejamos de buscar las "patatas bravas" en "El Tomás de Sarriá". Son famosas...
Después nos despedimos, también hasta la próxima, que deseamos no sea tan larga...
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