10/29/2011

Día 3.- Madrid - San Sebastián.

Una vez que dejamos los laberintos subterráneos de Madrid, carreteras que nos expulsaban de la ciudad, enfilamos hacia Zaragoza, utilizando la carretera que va a Barcelona. Ya en tierras aragonesas se nos impusieron a la vista grandes cantidades de eolitos (molinos de viento para generar energía) y campos cubiertos por paneles fotovoltaicos, expresiones de la utilización de energías alternativas. España no tiene petróleo ni gas y todo funciona a electricidad. La sacan de donde pueden. En Sabadell (Catalunya) los nuevos permisos de construcción de obras particulares exigen que sobre el tejado haya paneles fotovoltaicos. La energía que sobra es comprada por el estado a mejor precio (modo de incentivo).

Zaragoza
Cuando llegamos a Zaragoza y cruzamos el Ebro, las torres de la Basílica del Pilar se nos impusieron. Una obra barroca terminada en el S. XVII es uno de los templos mas importantes para los cristianos. Dentro de ella, el retablo mayor, el coro, el órgano y la Santa Capilla donde se encuentra la imagen de la Virgen del Pilar son verdaderos ejemplos de la piedad y del arte del S. XVIII. Los frescos pintados por Goya te asombran. Los inicios fueron de varios siglos atrás. Los incendios  se quedaron con la versión románica y la demora hicieron que en el S. XVI se iniciara un templo de estilo gótico. Lo que impresiona verdaderamente es la talla del Pilar y sus mantos con que se la viste. Oro y piedras preciosas contrastan con el día de su fiesta el 12 de octubre donde el mismo manto se extiende a lo largo de millones de flores por la plaza frente al templo. No hubo tiempo de recorrer la ciudad, aunque si las Murallas de Caesaragusta de sólo 80 metros. En realidad, fue de mas de 3000 de perímetro, verdaderas defensas ante los visigodos primero y los árabes después, hasta que se constituyó en una verdadera cantera para las construcciones posteriores y las callecitas internas de la ciudad histórica donde el fresco de sus corrientes de aire eran una paliativo para un raro calor otoñal del mes de octubre.




Si estás perdido, preguntale a un aragonés para que te ubique y no
a un estudiante de la época son su cerveza en la mano.
San Sebastián (Donostia)
El paisaje se te impone en esta ciudad vazca llamada antiguamente Donostia y más conocida por San Sebastián. La inmensa bahía de la Concha, con sus tres pequeñas montañas, el Igueeldo, el Urgull y la Ulía sobresalen por su indisimulable belleza. Son muchos los perfiles que se ofrecen a la mirada del visitante, a lo largo de la costa rodeando la bahía. Cada uno es distinto, con sus colores y su belleza. Las terrazas interminables donde la gente se sienta a tomar su cerveza y sus "pinxos" te invitan a hacerlo también como uno de ellos. La ciudad tiene glamour. Los festivales de Cine, los palacios reales, los palacetes de la antigua nobleza de la nueva burguesía. Nuestra parada fue en el Hotel del Monte Igueldo, espléndido mirador de una belleza inalcanzable. De San Sebastián debemos recordar los Festivales de cine y de la canción. Algunos premios tocaron al cine argentino.


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