7/12/2013

Bitacora 2013. Día 11. Postdam y Berlín


Llegarse hasta Postdam, unos 40 Km de Berlín, tiene que ver con dos momentos de la historia prusiana, con centro justamente en Berlín. El desarrollo de la monarquía prusiana pone a esta ciudad, casi desaparecida en la segunda mitad del siglo XVII, en un primer plano, al ser elegida como residencia de caza del Rey Federico Guillermo I, uno de los electores del imperio. Pero es Federico el Grande (ufa, tantos reyes difíciles de ordenar y de acordarse), quien comienza a darle gloria y glamour al construir los palacios de las residencias reales. 


Uno de ellos es el “Sans souci”. Un verdadero y acertado nombre (“sin preocupaciones”) para vivir en ellos y disfrutarlos. Nosotros los vemos, admiramos su belleza constructiva, la de sus jardines, las grandes pinacotecas que albergan (eran mucho mayores tiempo atrás, pero gran parte ha desaparecido). Imaginamos como vivían. Cómo pudieron hacer todo aquello? Trabajo esclavo no había. Servilismo tampoco, ya que eran reyes ilustrados. Entonces, cómo era posible tanta belleza, tanta riqueza con pueblos alrededor esclarecidos. No habrá visto en estas cosas, el joven Marx para comenzar a interpretar lo que significaba el trabajo excedentes de los otros, por no decir, de los que estaban abajo? Algo así como plusvalía, creo. Bueno. Más o menos es lo que se puede observar en toda esta belleza. No me toca a mi interpretarlo, pero no creo en la generosidad de la nobleza ni en el derramamiento del confort del liberalismo. Vale la pena preguntarse también qué fue de la gente que dejó el lomo (desde el porteador de piedras hasta los artistas de fuste, que de hecho existieron. Las reflexiones de un viaje siempre  deben resistir algunas cuestiones de la asimetría porque siempre observamos los testimonios y los monumentos de los que ganaron la historia. De los otros….Sólo dudas e interrogantes y por ahí, algún silencioso lamento.




La segunda parte de la visita a Postdam quedó anulada. Pensábamos visitar aquellos interesantes lugares de la historia de 1945 donde se celebró la Conferencia de Postdam entre los líderes ganadores de la II guerra: Churchill, Trumann y Stalin. Creo que lo poco que se trataba de conseguir para estructurar la post guerra de Alemania fue terminar por dividirla a partir de Berlín en 4 sectores. Y se acabaron los acuerdos…! Y también dividir Alemania y soñar con un nuevo mundo de los poderosos. Nace aquí una ONU con veto, y paulatinamente aparecerán los dos grandes jugadores de la historia de la guerra fría. El puente sobre el río Havel, testimonio en muchas películas de los intercambios de espías, no fue otra cosa que la ratificación de la famosa línea que dividía el este del oeste en Berlín y Alemania. Toda esta historia era previa a mi visita. La conocía pero no pudimos llegar a los edificios por que estaban en “restauración”.



Volvimos a Berlín. Rápidamente nos fuimos hasta el Neues Museum. La oferta atractiva era ver a Nefertiti. Realmente, un minón. Del año 1300 antes de Cristo. Pero una belleza. Esposa de Akenaton. El maestro que dibujó, esculpió y pintó ese busto, lo hizo con una gran calidad majestuosa. Les diré que me impresionó mucho más que la Mona Lisa (sin despreciar, digo). Las facciones del rostro, su serenidad, al igual que su mirada. Hay fascinación en la obra.


El Neues Museum o Museo de Egipto se encuentra en la isla de los Museos, en el centro de Berlín. Muchas colecciones históricas y prehistóricas. El edificio también es una belleza y corresponde a las restauraciones que se hicieron luego de la guerra. No es fácil en la zona construir ya que se encuentra el río y la humedad es grande. Hoy se ven grandes cañerías que transportan el agua que se extrae de los terrenos a construir. No sé donde la envían. Seguramente al mismo río pero más abajo.

Despues decidimos caminar hasta la Puerta de Brandeburgo y pasear un rato. Lo hicimos también por el Memorial del Holocausto y,  luego,  volver a un kiosquito perdido, donde habíamos visto unos hermosos títeres para regalar a nuestros nietos. Conseguido el propósito y silbando bajito caminamos nuevamente por la Avenida Unter den Linden hasta el Alexanderplatz donde se encontraba nuestro hotel.





No puedo cerrar la bitácora de Berlín sin citar los Bikebier verdaderas atracciones que unen el deseo de conocer la ciudad en bicicleta pero tomando Bier sin parar. Es como si fuera un bar donde hay como diez tipos tomando cerveza en la barra pero sus piernas deben pedalear de lo lindo. Algún mecanismo raro llevará la fuerza del pedaleo hacia adelante. Si quieren pasear, tomar cerveza, cantar y reírse es una buena forma. Si no, tomar las Biketaxi, para dos personas con chofer y guía a la vez. El chofer también pedales. Pero si alguien quiere pasear con “aires imperiales” lo mejor es alquilar un carruaje con chofer y pasear recostado. No recuerdo si les prestan galeras a los turistas. Tampoco si el palafrenero guía lo hace en español.


Una imágen final para nuestra despedida de Berlín. Una es la exposición callejera sobre los artistas e intelectuales alemanes que, previamente a la finalización de la segunda guerra, fueron las voces que anticiparon la debácle del nazismo y como el pueblo alemán iba a ser arrastrado.



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