El miedo y la información habían ganado. A mí sólo me
quedaba una humilde pregunta: ¿es que el Reino Unido, alguna vez estuvo en la
Unión Europea, con sus pounds, sus millas, su conducción vial diferente….? En
fin. Sigamos con el viaje. La campiña inglesa con sus verdes plenos de humedad,
pese a un cielo gris y cerrado nos fue llevando hacia el norte.
Pasamos por los costados de Newcastle,
casi tocando sus murallas romanas ya que hasta allí llegaba el muro de Adriano,
hecho defensivo de los romanos que aún se conservan. En 1080 se construye una
nueva defensa que es llamada “el nuevo castillo” lo que da origen al nombre de
la ciudad. Las luchas de las tribus que venían del mar o del norte, como los
escoceses, hizo de esta ciudad un punto estratégico para las luchas entre
Escocia e Inglaterra. Hoy quedan pocos vestigios de aquellas guerras. Sobre
este tema habría que volver en algún momento, porque se ve que en cada hecho o
ciudad importante, los vestigios son de la violencia y los hechos de guerra.
Siendo un castillo habitado resulta imponente su visita, ya que pueden registrarse la decoración, el uso, las formas de vida y costumbres. La mesa del comedor quedó puesta como en el final de Downton Abbey, alrededor de la cual se encontraban los vestidos utilizados en esa gala. El pintor italiano Canaleto es quien ha pintado este castillo y lo ha realzado en la pintura mundial. No sabía describir el castillo. Tiene aspectos góticos normandos muy clásicos en toda la Inglaterra.
Lo que llama poderosamente la atención es la redecoración de los espacios internos que fueron llevados a un barroquismo italianizante que llaman poderosamente la atención, al punto de olvidarte que cuando paseas por esas habitaciones te olvidas que están visitando un castillo del siglo XI.
Una vez que salimos y luego de unas millas de recorrido ingresamos en Escocia. Y en poco tiempo más, en su capital Edimburgo. Flores de cardo en muchos lados como identificando la flor nacional. Homenaje a una flor de nuestras pampas no tan bien nombradas... Edimburgo. Fácil de pronunciar para nosotros e incomprensible cuando la nombran los lugareños. Pareciera que toda la palabra se pronunciara con una sola vocal. Edemberge…, mezcla de sus idioma inglés con el gaélico que no necesariamente resulta en el escocés. Fundada al lado del Fiordo del Río Forth la ciudad toma contacto con el mar del Norte. A primera vista el impacto es muy grande y difícil de tomarlacon una sola mirada.
La franja de este Old Town es de construcción medieval y con muchos edificios realizados por la religión protestante, muchos de ellos hoy vaciados de religiosidad y ocupados por instituciones culturales, cólleges, comercios, bancos o simplemente pubs. Este sector creció siempre hasta 1824 en que un gran incendio la destruyó y comenzó la evacuación hacia el bajo, sobre lo que es actualmente la New Town construida a partir de esa momento y para reciclar la vida de la montaña. Esto llevó a distintos cambios de nivel y de ahí resultan los pasadizos y laberintos que arrancando desde la calle principal van bajando hacia la zona que ellos llaman glacial, encontrándose en su camino múltiples sorpresas. Todos aconsejas su visita. Nosotros, por razones de piernas, hicimos solo algunos metros como `para entrar en tema.
La clave está en el Castillo real a lo alto de la colina y se enlaza con la el Palacio de Verano de la reina (Holyroodhouse) a través de una calle denominada la Royal Milla (La milla real). La colina es en realidad una roca volcánica (Castle Rock) sobre la que se ha construido la ciudad vieja (Old Town) que va cayendo por la ladera hacia el río.
Edimburgo es una ciudad con mucha cultura. Sus
distintos Cólleges así lo demuestran, sus museos, su respeto a su vida
monárquica (no contradictoria con sus ideas independentistas), tienen en su
historia intelectuales de la categoría de David Hume y Adam Smith, Sir Walter
Scott y Robert Louis Stevenson (Robinson Crusoe), Sir Arthur Conan Doyle, Bell
y nuestro 007, Sean Connery. Y aunque no es nativa de la ciudad, ha sido
nombrada hija adoptiva J.K. Rowling, la creadora de Harry Potter, quien comenzó su vida
literaria escribiendo en un café y luego, ya famosa, ocupaba un piso en el
Por la calle de La Milla Real que se ha
transformado en la unión del valle y la montaña , a sus costados se pueden
encontrar muchos callejones que a través de callecitas interior te van llevando
a lugares increíbles. Vale la pena animarse a entrar en uno de ellos para
conocer la ciudad profunda. La New Town es un barrio construido en el S. XVIII
para resolver el problema de densidad poblacional y para generar otras formas
diferentes de vida. Un arquitecto de 22 años diseño el barrio con tres calles
principales, plazas en sus puntas y callejones intermedios y ahí habitó la
nueva burguesía de la ciudad. Hoy se ha transformado en el centro comercial por
excelencia, con sus viejos edificios, viejas iglesias abandonadas y
transformadas en centros de cultura o simplemente en pubs. Ambos distritos, el
viejo y el nuevo han sido declarados Patrimonio de la humanidad por la Unesco.
La población llegará al medio millón de habitantes.
La ciudad es elegante, tranquila, con escala humana. Se la puede caminar, pese a las trepadas de sus calles y si no, utilizar la grandiosa diversidad de bus y tranvía que te permite desde cruzar el puente, trasladarte unas pocas cuadras, o dejarte en la puerta del hotel en las afueras de la ciudad.
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