7/23/2016

Bitácora de viaje – Día 6 Norte de Escocia. Bosques y Lagos

Me preguntaba el porqué de la incorporación de Inverness en el desarrollo del viaje. A lo largo del día confirmaría esta pregunta y aprobaría lo realizado. Si bien salimos con una temperatura de 5 grados, no la tuvimos mucho en cuenta. La etapa sería interesante en vistas, en emociones, en historia y porqué no en esos pequeños-grandes mitos que existen en todas las sociedades. 


Lo primero que hicimos, bajo el paraguas y con una pertinaz llovizna fue visitar el castillo de Eilean Donan.

 Pintoresco, ubicado en las aguas del Fiordo regado por las aguas del Mar de Irlanda y casi enfrente de la gran isla de Skye. Dicen que es el mas fotografiado del mundo y su imagen sobre al isla constituye una estampa romántica, con el sello de la historia sobre sus piedras. 







De estructura defensiva se erige frente a las invasiones vikingas del S. IX. Bombardeado, destruido, reconstruido la familia Mc Rae lo ha traido hasta el presente con sus valores de la historia. Realmente el castillo es tá lleno de tesoros por descubrir. Al visitarlo para encontrar sus tesoros y también sus fantasmas  uno se deja cautivar por las vistas que generar un enorme placer.



La forma primigenia del castillo se intuye en los cimientos de las torres y en lo que queda del muro que rodea el castillo con un perímetro de casi e km, al igual que toda la isla. La torre de homenaje era el punto mas alto de la isla, y sus muros tenían casi 4,5 mt de espesor. Con el tiempo el castillo se achicó (SXV) ya que no se podía mantener una estructura defensiva de tanta envergadura. 







No obstante, a fines del s. XVII fue bombardeados por tierra y por mar hasta quedar solamente muy pocas paredes. A partir de ahí la familia Mc Rae hizo los esfuerzos de reconstrucción hasta dejarlo como lo encontramos nosotros. Con el paso del tiempo, con sus huellas en sus paredes y sus recuerdos en cada uno de los muchos recovecos que tiene esa construcción.



A la salida seguimos a las orillas de lagos hasta llegar a Fort Augustus, en las Highslanders (las tierras altas de Escocia). Nos encontramos con el lago Ness, que nos llevará de vuelta hasta nuestro hotel en Inverness. 


Pero antes nos encontraremos con distintas experiencias. La primera es que la diferencia de niveles entre los lagos ha debido ser resuelta a través de un sistema de exclusas, permitiendo de este modo que la navegación, particularmente en el invierno fuera el único medio de contacto entre las distintas poblaciones del extremo occidental de Escocia y sus contactos con las islas y por qué no con Irlanda del Norte. De todos modos, para cuando terminaron de construirlo las embarcaciones habían cambiado de porte y la exclusa quedó pequeña. Sólo la visión mercantil de algunas empresas pudo resolver el problema adecuando las embarcaciones al uso, frecuentemente de cargas o de pequeños cruceros de paseo.







Y ya en el lago Ness surge la imagen mítica del Monstruo del L.Ness. Aunque parezca mentira ya desde hace más de 1500 años se hablaba de este avistamiento. San Columbano en el año 565 narraba que había sido atacado por un inmenso animal del lago. 


La credibilidad ha generado la historia y recién en 1868 se comienza a hablar en los periódicos de “un pez enorme u otra criatura” en las profundidades del Lago. 

Luego, todo lo demás es leyenda y mito. Desde los estudios científicos hasta el ofrecimiento de importantes sumas de dinero por la información, han llenado muchas páginas de diarios y muchos espacios en la imaginación de la gente.


Dejamos el barco en Urquart, un castillo medieval en ruinas y muy cerca de Drumnadrochit, el lugar donde existe un extraordinario Museo sobre el Monstruo del Lago Ness. A esta altura de la tarde ya no teníamos más ganas que de quedarnos en el bus, descansar unos momentos y poner rumbo al hotel. 


Nos esperaban con una apetitosa cena: una entrada con haggis, plato típicamente escocés, muy condimentado, hecho con pulmón, estómago, hígado y corazón del cordero) mezcladas con cebollas picadas, harina de avena, hierbas, especias que normalmente se desecha. Todo como una albóndiga sobre un trozo de morcilla.  Luego de saborearlo y disfrutarlo con gusto nos explicaron el origen. No dijimos nada. Ya estaba degustado. El segundo plato, pata de cordero con salsas completó la cena, acompañada de un postre con frutos del bosque. La copa de whisky de aperitivo estaba obligada. 


Los  licores, el  whisky y la cerveza, los picantes y las comidas muy saborizadas son los modos que tiene la gente de las Higslanders (de las tierras altas) para cubrirse del frío. En invierno las temperaturas normales son de 18 grados bajo cero. Ahora con los cinco grados, los lugareños entienden que están en el verano y son los que andan en short y remeras sin problemas….Y bueh….





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