7/24/2016

Bitácora de viaje – Día 7 Desde Inverness a Glasgow


Dejamos atrás la encantadora ciudad de Inverness. Rara, cruzada por el clásico río Ness, tiene la mezcla de lo medieval y lo moderno. Sus calles comerciales y un ritmo de trabajo que a las siete de la tarde comienza a decaer. Es la hora del pub, del bullicio de los jóvenes y del acostumbrado trago con los amigos antes de regresar a casa. La noche oscura recién sobrevendrá después de las 11, cosa que invita a los turistas a aprovechar todo el tiempo posible para caminar y ver un modo de vida particular.


Los lagos y los bosques seguirán siendo los compañeros del viaje. 






Una breve parada en Spean Bridge, junto al memorial de los caídos en las primera y segunda guerras mundiales... Me asombró el dato pero en realidad El norte de Escocia fue el lugar de entrenamiento de tropas especiales, instalación de industrias bélicas y también objeto de los bombardeos alemanes en la región. Tanto en Edimburgo como en Forth Brigde. Glasgow y Belfast también fueron objeto de varios ataques aunque no tan intensos y demoledores como sobre el sur de Inglaterra y sus zonas industriales.





Bordeando Fiordos, acompañados por la llovizna, llegamos a Inveraray. 


Típico puerto norteño, con sus construcciones blancas, alberga un hermoso castillo que ya decidimos no ingresar. Incluso de haberlo hecho, habría que haber abonado una cara entrada. De todos modos, fue el momento para aprovechar y almorzar. Con nuestros excelentes compañeros de viaje, Andrea y César, marplatenses ambos, decidimos almorzar con una buena sopa escocesa, en esa mañana en que la temperatura no quería elevarse de los 5 grados.
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Su castillo, cuna de la casa noble de Argyll ha sido construido por uno de las clases más importantes de Escocia: Los Campbell. Se caracteriza por cuatro torres cónicas y un castillo gótico de imitación fue la residencia de Campbell. Si te encanta, el interior se puede admirar la cerámica y Europa del Este. Bello también el enorme jardín que lo rodea con sus arboledas y sus flores.


Hace varias horas dejamos atrás el lago Ness y ahora comenzamos a serpentear las orillas del Lago Lomond. De casi 40 Km de longitud junto con el Ness es uno d ellos lagos más grandes de la Isla de la Gran Bretaña. No muy profundo. Montañas y bosques y el verde intenso de sus campiñas es una grata compañía. 



Varias veces preguntamos por el color del cielo, siempre nublado. Los isleños, todos en general, afirman que los colore del cielo se encierran en sus flores. En realidad la abundancia de ellas en los parques, en los campos, como silvestres, es en realidad una visión distinta.











La llegada a Glasgow nos enfrentó a una vida distinta de la Escocia que veníamos conociendo. Ciudad portuaria, industrial, con gran dinamismo y movimiento, incluso por la noche. Los comercios cierran más tarde al igual que los pubs. Es considerada la ciudad más importante de Escocia y la tercera en el Reino Unido. A las orillas del Río Clyde en lo que se consideran las tierras bajas de Escocia. 






Una de las características llamativas son varias ciudades dormitorios a su alrededor con lo que la ciudad ha perdido densidad demográfica pero ha ganado en espacios, en movimientos y en belleza. Entre la catedral protestante y la catedral católica existe se puede acceder a través de la Hopestreet (calle de la esperanza). ¿Será un símbolo para la unión de las iglesias?


El sorpresivo chaparrón que comenzó a caer nos puso debajo de unas cornisas en nuestro paseo y una rápida llegada al hotel. Habría que esperar a la mañana para visitar algo antes de tomar el Ferry que nos conduciría a Belfast.

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