Temprano
salimos para hacer una recorrida por el centro de la ciudad. Normalmente los
primeros contactos lo hacemos con el centro institucional. No es capital ni
siquiera de la provincia de Quebec pero es su ciudad más grande y cuenta con
ser una de las ciudades de habla con mayor cantidad de habitantes (el cuarto
lugar). Siendo los dos idiomas oficiales (inglés y francés) este último es el
que funciona y es el punto de partida para cualquier conversación.
Nosotros lo
hemos aprendido y al comienzo van las palabras mágicas: Please, si vous plaiz, merci, Thenquiu, Danke, Entschündigen, Auf
wiedersehen, y las otras. Te abren las puertas a la comunicación y a la
simpatía, particularmente si haces un poco de esfuerzo por hablar su idioma.
Luego te ayudan, incluso hasta con el castellano.
Si.
Arrancamos por el centro de la ciudad, donde se encuentra la plaza y frente la
gran basílica de Notre Dame. Un poco de historia por parte del guía local. El
descubrimiento por franceses, la lucha con los ingleses del sur, muy expansivos
por cierto, la paz y la división de los territorios. El Quebec como provincia
francesa quedó para Canadá y el idioma se naturalizó como francés. De todos
modos, hay un gran sentido de la tolerancia y del recuerdo de las tradiciones,
no solamente de las peleas y de las divisiones.
Hay
dos estatuas en la calle perpendicular a Notre Dame de Montreal en cada una de
las esquinas. De bronce. Muy hermosas. En una esquina un hombre que lleva un
perro en sus brazos. En la otra, una mujer también con otro perrito en los
suyos. Las estatuas se dan la espalda, pero los animales quisieran escaparse de
sus dueños y encontrarse. Esta es la virtud del canadiense. El encuentro a
pesar de la división. Y funciona.
Montreal
fue fundada en 1640 y llegó a ser un centro comercial y financiero muy
importante. En los momentos de su llegada existían en esas tierras los
algonquinos, los hurones y los iroqueses, con sus costumbres, tradiciones y
tierras ocupadas. La base de su instalación fue el comercio de pieles con
algunas de las tribus, y el intercambio. Algunas veces con problemas, pero la
mayoría con éxito. No fueron directamente a la conquista y a la extinción de
los puebles que ya habitaban. Otro concepto colonizador que nosotros, por haber
sido colonizados por españoles aventureros, autoritarios y violentos no lo
conocemos. Asi nos fue. Y asi nos va, ya que en nuestro ADN han quedado las
peores cosas de la colonia como el saqueo y la corrupción. Esto es un plus que
ha sido una reflexión que me ha durado en gran parte del viaje.
Hasta
que los ingleses del sur, ya independizados en sus trece colonias, comenzaron a
ocupar el territorio francés con violentas guerras hasta que Canadá declaró la independencia en 1867 no
dejando de pertenecer al imperio británico (Commonwealth).
Entre
tanto, Montreal hasta ese momento era la capital de toda la región y factor de desarrollo económico y financiero.
Luego, políticamente quedó desplazada por Otawa, la actual Capital y por
Toronto en capital financiera.
Escoceses, ingleses, franceses y holandeses
fueron los pioneros y grandes desarrolladores de la región. La isla de Montreal
(Mont Royal) se fusionó con la parte continental y adquirío el desarrollo y
poderío que conocemos.
Montreal
hoy tiene en su ciudad casi dos millones de habitantes y más de tres en las
areas sub urbanas. De religión católica que siempre tuvo su importancia en el
proceso colonizador, su templo de Notre Dame de Montreal es una belleza barroca
increíble. Los colonos que llegaron con posterioridad fueron irlandeses e
italianos que consolidaron la religión.
Si
bien el inglés y el francés son las dos lenguas oficiales, es el francés el que
predomina casi con un 70% de la población, siendo el otro porcentaje dividido
entre el ingles y otras lenguas.
Universidades,
centros industriales de alta tecnología, mas de cinco mil empresas dedicadas a
todos los temas hacen de esta ciudad claro polo de desarrollo. La ciudad se
muestra con sus rascacielos y sus centros residenciales importantes. Es una
ciudad con una excelente calidad de vida, baja desocupación ya que también es
baja la densidad población en función del territorio que tienen. Hemos circulado
a cualquier hora son total seguridad
La
basícilica de Notre Dame es un templo de estilo neogótico muy particular. De
una belleza incalculable te deja con los ojos asombrados cuando accedes a su
interior. No hay antecedentes de este tipo de construcciones en todo Canadá. Y
el arte que existe en su interior resulta insuperable. En el fondo del templo y
por un pasillo casi escondido nos encontramos con una capilla moderna de culto
cotidiano. La basílica está abierta para el público para visitar este monumento
religioso.
Una
larga recorrida con el bus y el guía local nos mostró su parque olímpico, con
su torre inclinada, sus puentes y sus puertos, el autódromo donde tantas veces
vimos correr la F1 con Villeneuve, los centros comerciales subterráneos que ligan
a los principales hoteles, edificios y shopping. Una verdadera vida no sólo
para los momentos de nieve y grandes heladas de -30º sino también para los
calores mayores a los 38º con alta humedad como se respiraba en los días que
estuvimos. Aunque no con 38º. Posee cerca de 30 km
de corredores peatonales subterráneos que
permiten acceder a los principales atractivos y edificios del centro de la
ciudad.
Por
nuestra cuenta nos tomamos el subte y nos largamos a conocer el Bio-Domo en la
ciudad olímpica. Realmente una verdadera exposición de los tiempos y
temperaturas de los biomas más importantes y diversos, como la selva
amazónica, el golfo de San Lorenzo, los
laurentinos canadienses y la vida de los polos.
Una verdadera celebración de la
naturaleza. Un par de horas en una especie inteligente de zoo y botánico en el
que nos permitimos sentir la profunda humedad de la foresta tropical con el sol
claro y frío de los polos, asi como los montes laurentinos. Junto a un estadio
techado que no se utiliza mantenido por una gran torre inclinada, el biodomo
resulta el mejor lugar para conocer sobre la naturaleza. Nuestra decisión era
seguir por los espacios del jardín
botánico pero nos advirtieron de amenaza de lluvia y desistimos. Tomamos el
metro y volvimos a la ciudad. Montreal nos esperaba con lluvia lo que hizo que
volviéramos a ingresar a los senderos subterráneos de los centros comerciales
hasta llegar al hotel. Sin mojarnos. Eso sí, con una bolsa de botellas de agua
y un par de bocaditos , con sus respectivas cervecitas para la cena, llegamos
totalmente extenuados.
Esa noche inauguraban la proyección de Blade Runner 2049 realizada por
el canadiense Villeneuve (otra vez el apellido pero no son parientes). Como
este tiene innumerables programas de música, danzas que hacen que la ciudad
durante el la mitad del año vive a mil. En la época del frío baja un par de
cambios pero no para.
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