Pensar en
Escandinavia fue hacernos la ilusión de conocer un paisaje distinto. Naciones
en las que el porcentaje de mar era mucho más alto que otras naciones europeas,
especialmente las centrales, nos proponían una visita que de por si iba a ser
distinta. La realidad superó nuestra expectativa y fue entonces que comenzamos
a disfrutar el hecho de internarnos poco a poco en ese mundo donde las ciudades
y el paisaje, a veces de llanura, a veces de montaña, se mezclan con el
acuático.
Por Escandinavia se entiende el lugar geográfico y cultural del norte
de Europa que componen Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia y que
hablan lenguas nórdicas difíciles de escuchar y comprender para nosotros. Por
suerte, su otra lengua no oficial es el inglés y lo usan muy bien. Islandia
quedó fuera del intinerario porque nos quedaba un poco a trasmano en nuestro
camino.
Fue Copenhague la primera ciudad que tocamos. Un largo día
de Aeropuertos, aviones, enlaces, demoras y ansiedades hizo que ni bien
llegáramos al hotel, fuera de la ciudad, tomáramos el metro y nos dirigimos al
centro. Rápidamente debimos acostumbrarnos al lenguaje duro y distinto como los
que nos esperaban en los próximos días.
Ubicada sobre una Isla está muy cerca
de Malmo (Suecia) con la que se une con un largo y hermoso puente que alguna
vez vimos en las series Bron-Broen. . Su particularidad es que une ambos
países, internándose en forma subterránea en una isla en las proximidades de
Suecia.
Por las mismas razones
la ciudad que hoy vemos no es la misma
de siempre ya que ha sufrido guerras, destrucciones, reacomodamientos,
incendios y nuevos reciclados, quedando a partir del s. XIX con su estructura
modernista como se la ve hoy, a pesar de las demoliciones realizadas durante la
II guerra mundial. Hoy día es una potencia comercial con marcas importantes entre
los primeros lugares (Maersk, en logística, Calsberg en cervezas, otras en
petróleo, energía eólica y pesca, por citar solo algunas).
Se estructura productiva es el comercio, aunque también la
pesca del salmón, bacalo y arenque la mantiene en los primeros lugares. La
industria láctea predomina en su interesante llanura continental. La energía en
petróleo y eólica en el mar del norte, al igual que el turismo que ofrece una
visita mayor al millón y medio de personas por año, a través de más de 350
cruceros que atracan en su puerto. 
La ciudad muestra sus contrastes. El Tivoli que es un
inmenso parque en el centro de la ciudad parque inmenso en el centro de la
ciudad (atracciones, juegos, expos y conciertos) y los edificios
gubernamentales y su plaza de armas junto al palacio de Christianborg y las
terracitas de Nyhavn o puerto nuevo.
Por la noche paramos el Hotel Bella Skay. Nos asombró no por las
clásicas comodidades sino por su diseño y arquitectura. Descontado que dormimos
muy bien, salvo que iniciamos nuestra actividad demasiado temprano y no nos
habíamos percatado que la luminosidad llegaba hasta después de medianoche y a
las cuatro de la mañana ya estaba amaneciendo.
Nos iríamos acostumbrando a este nuevo tipo de geografía de días largos en el verano. Imagino el lugar con su día cortito en el invierno… Ya en el primer día habíamos sumado afectos y emociones importantes.





Hermosos relatos Horacio y Monserrat!! Que disfruten mucho más!!! Un abrazo para Uds!!
ResponderEliminarMuy bello, gracias ! con los relatos de la bitàcora, no sólo recorro mundo de tu mano, sino que además aprendo
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