Temprano arrancamos dirigiéndonos hacia la punta norte de Dinamarca
al puerto de Hirsthals donde tomaríamos el Ferry.No quedó mucho tiempo para
recorrer esta población portuaria, moderna hecha en los últimos años, para
concentrar todo el comercio y flujo martimo del norte de Europa.
Una vez ubicados en el ferry,
esperamos las tres horas de travesía hacia el puerto de Kristiansand en
Noruega, sobre la parte occidental (Mar del Norte). Estamos cruzando por el estrecho que une el
mar del Norte con el mar Báltico y como tal dejamos une también dos orillas
totalmente contrapuestas.
El fin de la llanura europea en la zona danesa y el
comienzo de la montaña y la zona escarpada de islas y de fiordos en la región
escandinava.
El desembarco fue simple e
inmediatamente con el bus nos dirigimos
hacia Fflekkfjord. Los antiguos pronto descubrieron su
ventaja para un probable puerto y poblamiento. La poca diferencia entre las
mareas hizo de este lugar un puerto protegido. Dedicado a la producción de
piedras para exportación en el S. XV lo hacia con Holanda. Luego se dedicaron a
producir madera y arenque, hasta ser el primer puerto exportador de este
pescado. En maderas se dedicaron al roble y a las coníferas, entre ellas el
pino. Casitas de madera,
una marina interesante, el agua azul de un día que prometía asoleado. Los
barcitos con sus terrazas al aire libre junto a la costa y las casas de la
gente, todas de madera, a lo largo de una calle larga. Con sus flores, sus
ventanas pintadas y, por supuesto, poca gente. Seguramente, un pueblo de fin de
semana o de alquiler del verano.
El paisaje había cambiado totalmente. De la lisa llanura danesa a
las costas escarpadas de Noruega con sus islas y sus fiordos, y los bosques y
lagos internos a lo largo de la carretera que comenzamos a desandar. Y ya una
de las primeras novedades de este mundo moderno que nos resultaba Noruega. La
velocidad máxima no podía pasar de los 70 km/h. Razones. Puramente
medioambientales. Una bonita Testarosa no podría circular a más velocidad que
el del humilde auto del isleño.
. Desde la Segunda
Guerra Mundial Noruega fue creciendo desde la nada y en forma rápida
hasta el descubrimiento de su petróleo en la década del 70. Como país
monárquico parlamentario tienden a un crecimiento económico don un modelo de
bienestar basado en la educación para todos y la atención médica universal.
Realmente un modelo que tiende a lo igualitario manteniendo los principios de
la propiedad.
Stavanger
es la capital de la industria petrolera Noruega. Fue a partir de mediados de la
década de 1970 cuando la industria del petróleo se convirtió en el primer
sector de actividad de la región. La mayor compañía petrolera de Stavanger
es Statoil.. Hoy día, Noruega tiene toda su
riqueza, desarrollo y porvenir gracias al petróleo. Y también sus medidas
ambientales ya que apuesta a un parque automotor sin contaminación para el año
2025 (autos eléctricos), siendo el país europeo mas importante en la producción
de petróleo.
Resultó
interesante caminar por sus calles, junto al puerto y por el interior de la
ciudad. Se destaca la catedral San Swithun. Catedral luterana es la mas antigua
de Noruega. También el Museo del Petróleo al aire libre, asi como las “obras
artísticas” vinculadas al mismo, realizadas con chatarra y desechos de la
industria. Aquí también las ideas se contrarían y quienes mas disfrutan este
hecho son los niños ya que los utilizan para sus juegas en forma intensa.
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