7/16/2019

Día 3- Cruce en ferry hacia Noruega. Stavanger


Temprano arrancamos dirigiéndonos hacia la punta norte de Dinamarca al puerto de Hirsthals donde tomaríamos el Ferry.No quedó mucho tiempo para recorrer esta población portuaria, moderna hecha en los últimos años, para concentrar todo el comercio y flujo martimo del norte de Europa.




Todas las carreteras que han de cruzar hacia Noruega occidental y las que se dirigen hacia el Cabo Norte,cruzan por este punto. Por lo que las instalaciones son muy modernas y muy grandes, como para cargar cientos de camiones en un solo ferry y muchos automotores y buses que andan por la región. El pueblo no llega a las 10000 personas y su dedicación es el transporte y la pesca.
Una vez ubicados en el ferry, esperamos las tres horas de travesía hacia el puerto de Kristiansand en Noruega, sobre la parte occidental (Mar del Norte).  Estamos cruzando por el estrecho que une el mar del Norte con el mar Báltico y como tal dejamos une también dos orillas totalmente contrapuestas.
El fin de la llanura europea en la zona danesa y el comienzo de la montaña y la zona escarpada de islas y de fiordos en la región escandinava.



El desembarco fue simple e inmediatamente con el bus  nos dirigimos hacia Fflekkfjord. Los antiguos pronto descubrieron su ventaja para un probable puerto y poblamiento. La poca diferencia entre las mareas hizo de este lugar un puerto protegido. Dedicado a la producción de piedras para exportación en el S. XV lo hacia con Holanda. Luego se dedicaron a producir madera y arenque, hasta ser el primer puerto exportador de este pescado. En maderas se dedicaron al roble y a las coníferas, entre ellas el pino. Casitas de madera, una marina interesante, el agua azul de un día que prometía asoleado. Los barcitos con sus terrazas al aire libre junto a la costa y las casas de la gente, todas de madera, a lo largo de una calle larga. Con sus flores, sus ventanas pintadas y, por supuesto, poca gente. Seguramente, un pueblo de fin de semana o de alquiler del verano.



El paisaje había cambiado totalmente. De la lisa llanura danesa a las costas escarpadas de Noruega con sus islas y sus fiordos, y los bosques y lagos internos a lo largo de la carretera que comenzamos a desandar. Y ya una de las primeras novedades de este mundo moderno que nos resultaba Noruega. La velocidad máxima no podía pasar de los 70 km/h. Razones. Puramente medioambientales. Una bonita Testarosa no podría circular a más velocidad que el del humilde auto del isleño.
. Desde la Segunda Guerra Mundial Noruega fue creciendo desde la nada y en forma rápida hasta el descubrimiento de su petróleo en la década del 70. Como país monárquico parlamentario tienden a un crecimiento económico don un modelo de bienestar basado en la educación para todos y la atención médica universal. Realmente un modelo que tiende a lo igualitario manteniendo los principios de la propiedad.


Stavanger es la capital de la industria petrolera Noruega. Fue a partir de mediados de la década de 1970 cuando la industria del petróleo se convirtió en el primer sector de actividad de la región. La mayor compañía petrolera de Stavanger es Statoil.. Hoy día, Noruega tiene toda su riqueza, desarrollo y porvenir gracias al petróleo. Y también sus medidas ambientales ya que apuesta a un parque automotor sin contaminación para el año 2025 (autos eléctricos), siendo el país europeo mas importante en la producción de petróleo.
Resultó interesante caminar por sus calles, junto al puerto y por el interior de la ciudad. Se destaca la catedral San Swithun. Catedral luterana es la mas antigua de Noruega. También el Museo del Petróleo al aire libre, asi como las “obras artísticas” vinculadas al mismo, realizadas con chatarra y desechos de la industria. Aquí también las ideas se contrarían y quienes mas disfrutan este hecho son los niños ya que los utilizan para sus juegas en forma intensa.





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