Recuerdo mis tiempos de docente en que cada clase que daba
implicaba siempre tres momentos: el de la preparación, la clase en sí, y al
tercer momento en que recordaba las cosas que no dije en la clase y que debería
haber acentuado. Realmente este era el mejor, al que nadie asistía. Quedaba
sólo para mí. Lo mismo sucede con esta bitácora
que me permitió recuperar importantes momentos del viaje y compartirlos con mis
lectores, algunos conocidos, otros que fui conociendo en el transcurrir de los
días y muchos otros que se han interesado por el viaje, habrán puesto “me
gusta” o no y realmente deseo que lo hayan disfrutado.
Metrónomo de Praga |
El último día no se cuenta. Es el de las maletas apuradas, el
de buscar taxis con ansiedad, el de las horas
estériles de espera en aeropuertos, de trámites ininteligibles e interminables
del check inn o del tax free, de las aduanas, del strep tease en migraciones
o el de intentar dormir en el avión…
Gracia en Barcelona |
Con el glamour de Franckfurt |
En este viaje han sucedido muchas cosas. Un sueño largamente
alimentado y ahora cumplido, muchas perspectivas distintas que te hacen mirar
con mayor profundidad, tanto las cosas del viejo mundo como las del nuestro. Nos
hemos acostumbrado a no comparar pero tampoco a tener vergüenza de nuestra vida.
No todo es lo mejor lo que se ve en el primer mundo y en algunos lugares que se
dicen el primer mundo. Tampoco todo lo nuestro es lo mejor (“en Europa no se
consigue”). Justamente estas cosas son las que nos deben hacer reflexionar y
debatir. No es ir a Europa y despotricar contra Argentina (lo he escuchado
varias veces), ni tampoco embobarse con la luminosidad (que existe) en muchas
ciudades europeas. Siempre habrá alguien detrás de nosotros que recogerá
nuestras migas… Somos así y así debemos considerarnos.
¿Podríamos ser distintos? Es probable. Pero
ese tema ya no entra en mi bitácora.
Mi agradecimiento a quienes viajaron conmigo. A mi esposa
Montserrat a quien le prometí un viaje tranquilo y descansado y no lo fue. Por
suerte, no lo creyó y, también por suerte, fue un viaje intenso, dinámico,
lleno de sorpresas. Y para eso pusimos ganas, piernas, buena onda y entusiasmo
de querer hacer siempre un poco más, más allá de lo programado y muchas veces,
más allá del propio aguante. Le agradezco también porque supo acompañarme en
mis gustos, en mis ganas y en mis caprichos. Supongo que
yo también he hecho mi parte. ¿sí?
A mis primas María Rosa y María del Carmen, caminadoras
incansables y de buena onda. María Rosa presumió todo el viaje de haber llevado
el sol por Europa durante los treinta días. ¡Tamaña responsabilidad! Se la
ganó.
María Rosa y María del Carmen |
Gracias a nuestras amigas Raquel y Cristina. Gracias a la
Gente de Special Tours quienes cumplieron con lo pactado a lo largo de los quince
días en que anduvimos juntos con Chelo a la cabeza y Jesús (el de Alicante) en el volante.
Raquel y Cristina |
Gracias a Carlos
Lombardi y su Confort Turismo quien nos diseño, preparó y programó el itinerario que habíamos pensado.
Y Gracias por el buen tiempo, por la buena salud, por las
buenas energías.
Y también, muchas gracias a nuestros queridos lectores del
FACEBOOK, quienes con su afirmación gustosa y con sus comentarios finos y
atinados supieron y quisieron acompañarnos. Y que me fueron incentivando
(obligando?) a mantener sustentable la bitácora día a día, procurando escribir
bien (que tanto a ellos como a mi nos gusta).
Flores en Nüremberg |
Gracias a los silenciosos
lectores del blog www.bitácoradeviajedehaw.blogspot.com.ar que fueron
muchos (lo sé porque las estadísticas de entradas al blog asi lo indican) y que
también compartieron mis impresiones y mis fotografías. Gracias por todo.
Mañana ya no estaré con la bitácora. Por ahí reaparecerán comentarios
por la repetición o replicación de
algunos. O desaparecerán por lo efímero que resulta el FACE. Pero, ¿quién nos quita lo bailao?
Nuevamente gracias por cada por uno de los casi treinta días
en nos hemos encontrado como amigos, como fieles compañeros, transitando incansable
y en “forma virtual” de este modo de mirar la vida. ¡Que no es poco!
Ah!
¡Seguro!. ¡Nos volveremos a encontrar!
Horacio