Deseamos compartir la experiencia de este viaje a España. Hace tiempo deseado y, con muchas ganas, fuimos "encanutando dólares, euros y pesos, como para darnos el gusto. Y así parece que fue. Elegimos un interesante itinerario que tiene que ver con la historia de España, esa que nos gusta, en la que se combinan todos los momentos en los que, de acuerdo con las distintas gentes que caminaron ese país, fueron dejando testimonios que hoy los encontramos. Muy enteros, con mensajes increibles de quienes hicieron la historia y con una pregunta presente de aquellos que no aparecen en las placas y que también ayudaron a hacerla. Monumentos y ciudades, paisajes y realidades que nos dejan asombrados, paralelismos con nuestras cosas, y el constante comentario de la importancia de mirarnos a nosotros mismos desde otro lado. Por supuesto que para eso, hay que cruzar el charco. No hace falta aclarar que las impresiones que contamos son particularmente nuestras...
10/31/2011
Día 0.- A España.
Comienza el comienzo...
Deseamos compartir la experiencia de este viaje a España. Hace tiempo deseado y, con muchas ganas, fuimos "encanutando dólares, euros y pesos, como para darnos el gusto. Y así parece que fue. Elegimos un interesante itinerario que tiene que ver con la historia de España, esa que nos gusta, en la que se combinan todos los momentos en los que, de acuerdo con las distintas gentes que caminaron ese país, fueron dejando testimonios que hoy los encontramos. Muy enteros, con mensajes increibles de quienes hicieron la historia y con una pregunta presente de aquellos que no aparecen en las placas y que también ayudaron a hacerla. Monumentos y ciudades, paisajes y realidades que nos dejan asombrados, paralelismos con nuestras cosas, y el constante comentario de la importancia de mirarnos a nosotros mismos desde otro lado. Por supuesto que para eso, hay que cruzar el charco. No hace falta aclarar que las impresiones que contamos son particularmente nuestras...
Deseamos compartir la experiencia de este viaje a España. Hace tiempo deseado y, con muchas ganas, fuimos "encanutando dólares, euros y pesos, como para darnos el gusto. Y así parece que fue. Elegimos un interesante itinerario que tiene que ver con la historia de España, esa que nos gusta, en la que se combinan todos los momentos en los que, de acuerdo con las distintas gentes que caminaron ese país, fueron dejando testimonios que hoy los encontramos. Muy enteros, con mensajes increibles de quienes hicieron la historia y con una pregunta presente de aquellos que no aparecen en las placas y que también ayudaron a hacerla. Monumentos y ciudades, paisajes y realidades que nos dejan asombrados, paralelismos con nuestras cosas, y el constante comentario de la importancia de mirarnos a nosotros mismos desde otro lado. Por supuesto que para eso, hay que cruzar el charco. No hace falta aclarar que las impresiones que contamos son particularmente nuestras...
10/29/2011
Día 1.- Madrid.
Aterrizar en Madrid al amanecer es una sensación distinta a la que se tiene mas tarde. No hay nadie en las calles aunque comienza a sentirse paulatinamente el rumor de la gente que comienza a caminar. Y a partir de ese momento, es un movimiento continuo. Salir del aeropuerto ya es una experiencia interesante. Es moderno, increible, pensado para dentro de muchos años. Cuesta creer que las maletas quedan a cuatro kilómetros de donde saliste del avion y para llegar tenes que usar escaleras mecánicas, ascensores, pasillos y hasta un.....metro (subte)! Increible. Todo automatizado, hasta la información. Para los argentinos que somos preguntones, nos confunde tener que seguir las gráficas. Y se llega a donde queres hacerlo.
Por la tarde, bus turístico mediante, comenzamos a mirar la ciudad. Por suerte, no está muy arbolada, con lo que la visión hacia adelante y hacia arriba es buena. Recorrer las callecitas en las que hay dos manos, en las que micros y autos se cruzan sin tocarse (eso no es muy cierto porque casi todos tienen sus rayones). Pero que pasan "finito" es cierto. Y una buena costumbre. Paran en las esquinas, concretamente frente a un semáforo rojo, o un peatón. Pareciera que no tienen apuro. Y es así, hay menos autos que en Buenos Aires o La Plata, porque el sistema público es excelente.
Y entonces pasamos frente al Palacio Real, al Parque del Retiro, frente a la eterna Cibeles, o por las puertas de Alcalá y de Toledo.
Por la tarde, bus turístico mediante, comenzamos a mirar la ciudad. Por suerte, no está muy arbolada, con lo que la visión hacia adelante y hacia arriba es buena. Recorrer las callecitas en las que hay dos manos, en las que micros y autos se cruzan sin tocarse (eso no es muy cierto porque casi todos tienen sus rayones). Pero que pasan "finito" es cierto. Y una buena costumbre. Paran en las esquinas, concretamente frente a un semáforo rojo, o un peatón. Pareciera que no tienen apuro. Y es así, hay menos autos que en Buenos Aires o La Plata, porque el sistema público es excelente.
Y entonces pasamos frente al Palacio Real, al Parque del Retiro, frente a la eterna Cibeles, o por las puertas de Alcalá y de Toledo.
Día 2.- Alcalá de Henares.
Un tren confortable, con indicadores precisos y en 30 minutos estamos en Alcalá de Henares, a pocos kilómetros de Madrid. Ciudad universitaria y cervantina por excelencia. Cervantina porque se encuentra la cuna de Cervantes y el Quijote resuma recuerdos por la ciudad. Universitaria por su origen, allá por 1499 cuando el Cardenal Cisneros dió inicio a la nueva etapa cultural y social de España. Luego el tiempo y los intereses capitalinos llevaron a la Universidad Complutense a Madrid y allí quedó entonces, un pueblo casi fantasma hasta que los dueños de las colegios máximos, superiores e inferiores que habían comprado las propiedades, se reunieron en un gran consorcio y decidieron recuperar la historia. Hoy es Patrimonio de la Humanidad con su Calle Mayor, el eje de la antigua judería, sus Monasterios y Conventos, su catedral y sus palacios. Hoy es una ciudad hermosa para vivir, tranquila. Así lo dicen la cantidad de carros (autos) que quedan en el Parking de la estación y sus dueños viajan en tren a Madrid a trabajar.
La casa natal de Cervantes te convoca al recuerdo y a la sensibilidad, lo mismo que el Convento de Dominicos de la Madre de Dios donde hoy se instala el Museo Arqueológico Regional, una verdadera muestra de cómo se puede presentar la prehistoria de un pueblo.
La casa natal de Cervantes te convoca al recuerdo y a la sensibilidad, lo mismo que el Convento de Dominicos de la Madre de Dios donde hoy se instala el Museo Arqueológico Regional, una verdadera muestra de cómo se puede presentar la prehistoria de un pueblo.
La imagen ha sido pintada por la gente de nuestra ciudad de Azul, la mayor colección de obras de Cervantes fuera de España. |
Basta caminar por sus calles y dejarse asombrar por los distintos monumentos, que hay muchos. La torre de Santa María, el Palacio de Laredo con un estilo ecléctico neomudéjar, donde el ladrillo de sus fachadas se expresa de mil maneras constructivas.
Y luego de una carga caminata, no hay nada mejor que sentarse a conversar con un par de amigos. |
Día 3.- Madrid - San Sebastián.
Una vez que dejamos los laberintos subterráneos de Madrid, carreteras que nos expulsaban de la ciudad, enfilamos hacia Zaragoza, utilizando la carretera que va a Barcelona. Ya en tierras aragonesas se nos impusieron a la vista grandes cantidades de eolitos (molinos de viento para generar energía) y campos cubiertos por paneles fotovoltaicos, expresiones de la utilización de energías alternativas. España no tiene petróleo ni gas y todo funciona a electricidad. La sacan de donde pueden. En Sabadell (Catalunya) los nuevos permisos de construcción de obras particulares exigen que sobre el tejado haya paneles fotovoltaicos. La energía que sobra es comprada por el estado a mejor precio (modo de incentivo).
Zaragoza
Cuando llegamos a Zaragoza y cruzamos el Ebro, las torres de la Basílica del Pilar se nos impusieron. Una obra barroca terminada en el S. XVII es uno de los templos mas importantes para los cristianos. Dentro de ella, el retablo mayor, el coro, el órgano y la Santa Capilla donde se encuentra la imagen de la Virgen del Pilar son verdaderos ejemplos de la piedad y del arte del S. XVIII. Los frescos pintados por Goya te asombran. Los inicios fueron de varios siglos atrás. Los incendios se quedaron con la versión románica y la demora hicieron que en el S. XVI se iniciara un templo de estilo gótico. Lo que impresiona verdaderamente es la talla del Pilar y sus mantos con que se la viste. Oro y piedras preciosas contrastan con el día de su fiesta el 12 de octubre donde el mismo manto se extiende a lo largo de millones de flores por la plaza frente al templo. No hubo tiempo de recorrer la ciudad, aunque si las Murallas de Caesaragusta de sólo 80 metros. En realidad, fue de mas de 3000 de perímetro, verdaderas defensas ante los visigodos primero y los árabes después, hasta que se constituyó en una verdadera cantera para las construcciones posteriores y las callecitas internas de la ciudad histórica donde el fresco de sus corrientes de aire eran una paliativo para un raro calor otoñal del mes de octubre.
San Sebastián (Donostia)
El paisaje se te impone en esta ciudad vazca llamada antiguamente Donostia y más conocida por San Sebastián. La inmensa bahía de la Concha, con sus tres pequeñas montañas, el Igueeldo, el Urgull y la Ulía sobresalen por su indisimulable belleza. Son muchos los perfiles que se ofrecen a la mirada del visitante, a lo largo de la costa rodeando la bahía. Cada uno es distinto, con sus colores y su belleza. Las terrazas interminables donde la gente se sienta a tomar su cerveza y sus "pinxos" te invitan a hacerlo también como uno de ellos. La ciudad tiene glamour. Los festivales de Cine, los palacios reales, los palacetes de la antigua nobleza de la nueva burguesía. Nuestra parada fue en el Hotel del Monte Igueldo, espléndido mirador de una belleza inalcanzable. De San Sebastián debemos recordar los Festivales de cine y de la canción. Algunos premios tocaron al cine argentino.
Zaragoza
Cuando llegamos a Zaragoza y cruzamos el Ebro, las torres de la Basílica del Pilar se nos impusieron. Una obra barroca terminada en el S. XVII es uno de los templos mas importantes para los cristianos. Dentro de ella, el retablo mayor, el coro, el órgano y la Santa Capilla donde se encuentra la imagen de la Virgen del Pilar son verdaderos ejemplos de la piedad y del arte del S. XVIII. Los frescos pintados por Goya te asombran. Los inicios fueron de varios siglos atrás. Los incendios se quedaron con la versión románica y la demora hicieron que en el S. XVI se iniciara un templo de estilo gótico. Lo que impresiona verdaderamente es la talla del Pilar y sus mantos con que se la viste. Oro y piedras preciosas contrastan con el día de su fiesta el 12 de octubre donde el mismo manto se extiende a lo largo de millones de flores por la plaza frente al templo. No hubo tiempo de recorrer la ciudad, aunque si las Murallas de Caesaragusta de sólo 80 metros. En realidad, fue de mas de 3000 de perímetro, verdaderas defensas ante los visigodos primero y los árabes después, hasta que se constituyó en una verdadera cantera para las construcciones posteriores y las callecitas internas de la ciudad histórica donde el fresco de sus corrientes de aire eran una paliativo para un raro calor otoñal del mes de octubre.
Si estás perdido, preguntale a un aragonés para que te ubique y no a un estudiante de la época son su cerveza en la mano. |
El paisaje se te impone en esta ciudad vazca llamada antiguamente Donostia y más conocida por San Sebastián. La inmensa bahía de la Concha, con sus tres pequeñas montañas, el Igueeldo, el Urgull y la Ulía sobresalen por su indisimulable belleza. Son muchos los perfiles que se ofrecen a la mirada del visitante, a lo largo de la costa rodeando la bahía. Cada uno es distinto, con sus colores y su belleza. Las terrazas interminables donde la gente se sienta a tomar su cerveza y sus "pinxos" te invitan a hacerlo también como uno de ellos. La ciudad tiene glamour. Los festivales de Cine, los palacios reales, los palacetes de la antigua nobleza de la nueva burguesía. Nuestra parada fue en el Hotel del Monte Igueldo, espléndido mirador de una belleza inalcanzable. De San Sebastián debemos recordar los Festivales de cine y de la canción. Algunos premios tocaron al cine argentino.
Día 4.- San Sebastián - Santander.
Bilbao
Hay dos razones para entrar en Bilbao. Una es recorrer la Ría del Nervión desde el Cantábrico, siguiendo sus recodos donde se encuentra instalada gran parte de su poderío industrial hasta llegar a Bilbao. El serpenteo por la ría es espectacular. La segunda razón tiene que ver con la visión, sobre su margen derecha, del inmenso Museo de Gugenheim que te sobrecoge. La Ría es un punto estratégico para fundar una ciudad como Bilbao. Lo hicieron en el 1300 y creció hasta la actualidad, incluso, cuando tuvieron que desmontar muchas industrias, consideradas redundantes al momento de ingresar a la Comunidad Europea por el 1990. Bilbo (en Euskera) es una ciudad portuaria. Historicamente exportaba la lana de la mesta castellana y luego el hierro de las minas vizcaínas.
Y en ese puerto se alza el Gugenheim. Una muestra de modernismo en una sociedad especial. Lo hemos visto y revisto en montones de fotografías. Verlo ahi, personalmente, es otra experiencia. Con un cielo azul de fondo se levanta desde 1998 junto al puente de la Salve. Es un juego interminable de luces y de formas, todas distintas para quien lo mira por primera vez y lo vuelve a mirar desde otra posición.
Son 24.000 metros de estructura. Adentro se realizan sus exposiciones. No ingresamos. La caja es mas hermosa que el contenido. Visto desde el puente parecen interminables barcas que por la Ría se dirigen al mar. Nos hubiéramos quedado mas tiempo. Hay que seguir...
Castro Urdiales
Volvimos a recorrer la Ría del Nervión por la orilla izquierda hacia el Cantábrico. El objetivo era llegar a Castro Urdiales un típico pueblo pesquero. Sobre la costa quedan restos de los "castra" o campamentos militares romanes. De ahi viene su nombre. y Junto a ellos una iglesia románica dedicada a la Virgen de la Asunción, junto al faro del castillo de Santa Ana. La vida del pueblo se distribuye entre su actividad pesquera, hoy casi artesanal y el turismo. Antes, vivió sus momentos de gloria con la producción del hierro y otros minerales.
Sus callecitas medievales y su puerto lleno de terrazas donde probar una buena sopa de bacalao nos mostraron un domingo a pleno sol y lleno de gente.
Santander
Seguir por las carreteras de la cornisa Cantábrica es una delicia. El verde de la vegetación, una vista al mar a cada rato hace que el camino hacia Santander no parezca tan largo. Es la capital del municipio, de la provincia y de la Comunidad vazca. Es una ciudad creada por los romanos pero refundada en el siglo XI bajo la advocación de San Emeterio, de donde surge - por variaciones linguisticas - el actual nombre de Santander. Fue adquiriendo a lo largo de la historia una preponderancia muy grande. De la mano de la Iglesia que nombró a su Catedral como Colegiata hasta hacerse una ciudad costera de gran importancia. Su playa, el Sardinero, es muy bonita y sobre ella se levanta la Península de la Magdalena donde se alza el Majestuoso Palacio Real, de estilo francés, con mezcla de caracteres ingleses con sus parques arbolados y un toque montañes. No tiene el glamour de San Sebastián pero tiene el suyo propio. Como capital es una ciudad moderna, ligera, que se reconstruye a cada momento. Su vida marítima hace que recuerden constantemente sus epopeyas que se expresan en la exposición de la balsa y de las pequeñas carabelas con que se lanzaban a conquistar el mundo. Su gente disfruta la ciudad, su playa y sus helados. Nosotros también.
Hay dos razones para entrar en Bilbao. Una es recorrer la Ría del Nervión desde el Cantábrico, siguiendo sus recodos donde se encuentra instalada gran parte de su poderío industrial hasta llegar a Bilbao. El serpenteo por la ría es espectacular. La segunda razón tiene que ver con la visión, sobre su margen derecha, del inmenso Museo de Gugenheim que te sobrecoge. La Ría es un punto estratégico para fundar una ciudad como Bilbao. Lo hicieron en el 1300 y creció hasta la actualidad, incluso, cuando tuvieron que desmontar muchas industrias, consideradas redundantes al momento de ingresar a la Comunidad Europea por el 1990. Bilbo (en Euskera) es una ciudad portuaria. Historicamente exportaba la lana de la mesta castellana y luego el hierro de las minas vizcaínas.
Y en ese puerto se alza el Gugenheim. Una muestra de modernismo en una sociedad especial. Lo hemos visto y revisto en montones de fotografías. Verlo ahi, personalmente, es otra experiencia. Con un cielo azul de fondo se levanta desde 1998 junto al puente de la Salve. Es un juego interminable de luces y de formas, todas distintas para quien lo mira por primera vez y lo vuelve a mirar desde otra posición.
Son 24.000 metros de estructura. Adentro se realizan sus exposiciones. No ingresamos. La caja es mas hermosa que el contenido. Visto desde el puente parecen interminables barcas que por la Ría se dirigen al mar. Nos hubiéramos quedado mas tiempo. Hay que seguir...
Castro Urdiales
Volvimos a recorrer la Ría del Nervión por la orilla izquierda hacia el Cantábrico. El objetivo era llegar a Castro Urdiales un típico pueblo pesquero. Sobre la costa quedan restos de los "castra" o campamentos militares romanes. De ahi viene su nombre. y Junto a ellos una iglesia románica dedicada a la Virgen de la Asunción, junto al faro del castillo de Santa Ana. La vida del pueblo se distribuye entre su actividad pesquera, hoy casi artesanal y el turismo. Antes, vivió sus momentos de gloria con la producción del hierro y otros minerales.
Sus callecitas medievales y su puerto lleno de terrazas donde probar una buena sopa de bacalao nos mostraron un domingo a pleno sol y lleno de gente.
Santander
Seguir por las carreteras de la cornisa Cantábrica es una delicia. El verde de la vegetación, una vista al mar a cada rato hace que el camino hacia Santander no parezca tan largo. Es la capital del municipio, de la provincia y de la Comunidad vazca. Es una ciudad creada por los romanos pero refundada en el siglo XI bajo la advocación de San Emeterio, de donde surge - por variaciones linguisticas - el actual nombre de Santander. Fue adquiriendo a lo largo de la historia una preponderancia muy grande. De la mano de la Iglesia que nombró a su Catedral como Colegiata hasta hacerse una ciudad costera de gran importancia. Su playa, el Sardinero, es muy bonita y sobre ella se levanta la Península de la Magdalena donde se alza el Majestuoso Palacio Real, de estilo francés, con mezcla de caracteres ingleses con sus parques arbolados y un toque montañes. No tiene el glamour de San Sebastián pero tiene el suyo propio. Como capital es una ciudad moderna, ligera, que se reconstruye a cada momento. Su vida marítima hace que recuerden constantemente sus epopeyas que se expresan en la exposición de la balsa y de las pequeñas carabelas con que se lanzaban a conquistar el mundo. Su gente disfruta la ciudad, su playa y sus helados. Nosotros también.
Día 5.- Santander - Oviedo.
Santillana del Mar
Seguimos por la cornisa del Cantábrico hacia Santillana. Comenzamos a ver sobre las carreteras unos signos muy característicos que se irán haciendo cada vez mas notorios a lo largo del camino. Son las señales del Camino de Santiago, para indicar la dirección a los peregrinos que lo realizan. No es un sol como pareciera. Es el símbolo de la vieira. Sí, el marisco. Por ahora, les dejo la imagen gráfica. Las líneas indican la dirección a Santiago. Cuando lleguemos a esa ciudad, explicaremos algo más.
Buscando encontrar la interpretación de estos signos llegamos a Santillana. Temprano. Cuando comenzaban a abrirse las primeras ventanas de las viviendas. A eso de las diez de la mañana con un sol preanunciando un buen día de calor. Es un pueblo pequeño. Su casco viejo es una estampa de un pueblo antiguo y señorial. Tanto que los escudos de armas compiten entre sí sobre los frentes de sus casas. Ha sido un pueblo de nobles que vinieron a acompañar a sus reyes y se fueron quedando dejando el sello de una arquitectura espléndida. Sus calles adoquinadas nos hacen olvidar los signos del siglo XXI para encontrarnos con una maravillosa postal entre medieval y dieciochesca. La presencia real ha logrado que su iglesia, Santa Juliana fuera declarada Colegiata con lo que a la llamada religiosa se le agrega el atractivo turístico de la región. La heráldica y su interpretación nos permitiría conocer plenamente a los moradores de este maravilloso pueblo, declarado "Conjunto histórico artístico" por el gobierno Español.
Es importante en la zona la existencia de las Cuevas de Altamira. Nos hubiera gustado llegar a ellas. Pero no es posible hacerlo de un toque. Hay que solicitar permisos especiales y te dan turnos en fechas increíbles. Desistimos de hacerlo. Pero hubiera sido hermoso. Acceder a las pinturas rupestres de la prehistoria es un buen objetivo...
Covadonga
Ingresamos al Principado de Asturias. Para llegar a Covadonga hay que dejar la carretera principal y adentrarse en las Montañas, un conjunto importante que se denomina "Los picos de Europa". La historia nos dice que en ese lugar, los españoles con Pelayo a la cabeza, lograron su primer victoria sobre los árabes por el año 722, comenzando de ese modo la gran etapa de la reconquista que culminará en los primeros meses del año 1492 con la toma de Granada. Las leyendas o las historias indican que en la Santa Cueva, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Covadonga, Pelayo recibió la indicación de armar su cruz y con sus guerreros asturianos hacer frente al gran ejército árabe. Cada uno de estos elementos serán importantes para la historia de Asturias y también para la de España. Como lugar es bellísimo. Y el santuario que han levantado a fines del S. XVIII a la virgen es realmente monumental. El paisaje que lo circunda hace de la devoción religiosa una verdadera plegaria. En ese lugar tan impactante como emblemático me pareció comprender el caracter rebelde y, a la vez, tranquilo, del pueblo asturiano.
Es el centro comercial, religioso, administrativo y universitario de la región y la sede de la Archidiócesis de Oviedo. Ostenta los títulos de «muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena». Oviedo se funda como ciudad a partir de la victoria de Pelayo y su coronación como rey de Asturias. Distintas vicisitudes hicieron de esta ciudad que fuera real y que mas tarde no lo fuera, ya que el reino fue a León. No obstante, el espíritu de su gente asturiana se expresó realmente con la expulsión y enfrentamiento a las tropas de Napoleón que habían triunfado en Madrid en 1808 y le declara la guerra a Francia.
Oviedo es un gran centro minero y metalúrgico, que con su puerto logran una expansión y un desarrollo considerables. Ni hablar de su rebeldía y valor en momentos de la guerra civil donde practicamente se la consideró una de las pocas ciudades que resistieron hasta el final.
De sus murallas quedan pocos testimonios. su catedral es imponente con su gótico asturiano. Tiene muchos monumentos y museos. La Cruz de Pelayo, símbolo de la historia, luce en la cripta de la catedral. Sobre el
Lo antiguo se combina con lo moderno. Así el Palacio de Congresos del Arquitecto Calatrava se destaca en la gran ciudad, atestada de estatuas de bronce que representan los oficios, las expresiones de arte y cultura, el recuerdo de sus signos mas importantes. Una de ellas, la que no encontramos en nuestra caminata, es la de Woody Allen, al que reconocen por su constante presencia en la ciudad. Una estatua de bronce sin anteojos, a la que los turistas quieren probarle el suyo. Normalmente queda para la foto y luego se lo llevan...
Seguimos por la cornisa del Cantábrico hacia Santillana. Comenzamos a ver sobre las carreteras unos signos muy característicos que se irán haciendo cada vez mas notorios a lo largo del camino. Son las señales del Camino de Santiago, para indicar la dirección a los peregrinos que lo realizan. No es un sol como pareciera. Es el símbolo de la vieira. Sí, el marisco. Por ahora, les dejo la imagen gráfica. Las líneas indican la dirección a Santiago. Cuando lleguemos a esa ciudad, explicaremos algo más.
Buscando encontrar la interpretación de estos signos llegamos a Santillana. Temprano. Cuando comenzaban a abrirse las primeras ventanas de las viviendas. A eso de las diez de la mañana con un sol preanunciando un buen día de calor. Es un pueblo pequeño. Su casco viejo es una estampa de un pueblo antiguo y señorial. Tanto que los escudos de armas compiten entre sí sobre los frentes de sus casas. Ha sido un pueblo de nobles que vinieron a acompañar a sus reyes y se fueron quedando dejando el sello de una arquitectura espléndida. Sus calles adoquinadas nos hacen olvidar los signos del siglo XXI para encontrarnos con una maravillosa postal entre medieval y dieciochesca. La presencia real ha logrado que su iglesia, Santa Juliana fuera declarada Colegiata con lo que a la llamada religiosa se le agrega el atractivo turístico de la región. La heráldica y su interpretación nos permitiría conocer plenamente a los moradores de este maravilloso pueblo, declarado "Conjunto histórico artístico" por el gobierno Español.
Es importante en la zona la existencia de las Cuevas de Altamira. Nos hubiera gustado llegar a ellas. Pero no es posible hacerlo de un toque. Hay que solicitar permisos especiales y te dan turnos en fechas increíbles. Desistimos de hacerlo. Pero hubiera sido hermoso. Acceder a las pinturas rupestres de la prehistoria es un buen objetivo...
Covadonga
Ingresamos al Principado de Asturias. Para llegar a Covadonga hay que dejar la carretera principal y adentrarse en las Montañas, un conjunto importante que se denomina "Los picos de Europa". La historia nos dice que en ese lugar, los españoles con Pelayo a la cabeza, lograron su primer victoria sobre los árabes por el año 722, comenzando de ese modo la gran etapa de la reconquista que culminará en los primeros meses del año 1492 con la toma de Granada. Las leyendas o las historias indican que en la Santa Cueva, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Covadonga, Pelayo recibió la indicación de armar su cruz y con sus guerreros asturianos hacer frente al gran ejército árabe. Cada uno de estos elementos serán importantes para la historia de Asturias y también para la de España. Como lugar es bellísimo. Y el santuario que han levantado a fines del S. XVIII a la virgen es realmente monumental. El paisaje que lo circunda hace de la devoción religiosa una verdadera plegaria. En ese lugar tan impactante como emblemático me pareció comprender el caracter rebelde y, a la vez, tranquilo, del pueblo asturiano.
Es el centro comercial, religioso, administrativo y universitario de la región y la sede de la Archidiócesis de Oviedo. Ostenta los títulos de «muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena». Oviedo se funda como ciudad a partir de la victoria de Pelayo y su coronación como rey de Asturias. Distintas vicisitudes hicieron de esta ciudad que fuera real y que mas tarde no lo fuera, ya que el reino fue a León. No obstante, el espíritu de su gente asturiana se expresó realmente con la expulsión y enfrentamiento a las tropas de Napoleón que habían triunfado en Madrid en 1808 y le declara la guerra a Francia.
Oviedo es un gran centro minero y metalúrgico, que con su puerto logran una expansión y un desarrollo considerables. Ni hablar de su rebeldía y valor en momentos de la guerra civil donde practicamente se la consideró una de las pocas ciudades que resistieron hasta el final.
De sus murallas quedan pocos testimonios. su catedral es imponente con su gótico asturiano. Tiene muchos monumentos y museos. La Cruz de Pelayo, símbolo de la historia, luce en la cripta de la catedral. Sobre el
Lo antiguo se combina con lo moderno. Así el Palacio de Congresos del Arquitecto Calatrava se destaca en la gran ciudad, atestada de estatuas de bronce que representan los oficios, las expresiones de arte y cultura, el recuerdo de sus signos mas importantes. Una de ellas, la que no encontramos en nuestra caminata, es la de Woody Allen, al que reconocen por su constante presencia en la ciudad. Una estatua de bronce sin anteojos, a la que los turistas quieren probarle el suyo. Normalmente queda para la foto y luego se lo llevan...
Día 6.- Oviedo - Lugo.
Gijón
Cuando dejamos Oviedo nos dirijimos nuevamente hacia el mar, hasta llegar a Gijón. Es una importante ciudad sobre el Cantábrico. Su casco antiguo se estructura sobre un gran peñasco en la bahía desde donde comienza a perfilarse la ciudad. A su alrededor, una gran playa. En octubre no debía haber nadie en la playa. Este octubre fue totalmente atípico. Calor y sol. Ya desde temprano, con el sol radiante, la gente se acercaba poco a poco a internarse en el mar. La plaza mayor con el hermoso edificio del Ayuntamiento, le dan a esta ciudad la importancia que tiene. Puerto de ferrys hacia Francia, hacia Irlanda e Inglaterra, remplazan con esta nueva actividad su tradicional exportación de cárbón de las minas hulleras de Asturias. Gijón creció en su momento con la repatriación de los capitales indianos, aquellos primeros inmigrantes asturianos que fueron a Méjico, Puerto rico y Cuba y regresaron con la América hecha. No todos tuvieron la suerte de ellos. Muchos de sus edificios y calles recuerdan a su gran escritor don Gaspar de Jovellanos.
Cudillero
Y siguiendo el Cantábrico llegamos a esta pequeña y asombrosa villa pesquera. Cudillero. Un pueblo que encontró una pequeña bahía y entre las montañas construyó sus casas, utilizando su faldeo. A lo largo de los últimos años fue mutando de pueblo pesquero a un verdadero punto de encuentro turístico. Su abrupto paisje marino hace que se destaquen los acantilados, solamente interrumpidos por ensenadas como la de San Pedro o de la Concha de Artedo y, de tanto en tanto, hermosas y silenciosas playas.
Las casas se escalonan en la montaña conformando un hermoso conjunto, como si fuera un gran anfiteatro. Algunas que parecieran adelantarse sobre otras quedan colgadas de la montaña. La capilla del Humilladero es del S. XIII. La iglesia parroquial es un edificio gótico.
La historia de Cudillero es tradición marítima. Lo fué desde siempre cuando los hombres salían a pesacar y volvían después de muchos días. O no. Ahora los pescadores regresan todas las tardes. Sus dos puertos dan lugar ahora a una marina de veleros y lanchas particulares, siendo un espacio ideal para el paseo y único modo de acceder al faro. Sus aguas transparentes lo hacen ideal para el buceo.
La comarca circundante es la zona Vaqueira donde se levantan las brañas, donde habitaban los ganaderos trashumantes y los arrieros, casi siempre marginados por la iglesia y por el estado. Alguna vieja inscripción reza. "No pasan de aquí a oir misa los Baqueros".
Mas tarde, sobre las tres, llegamos a Vegadeo a almorzar.
Lugo
Cuando dejamos Oviedo nos dirijimos nuevamente hacia el mar, hasta llegar a Gijón. Es una importante ciudad sobre el Cantábrico. Su casco antiguo se estructura sobre un gran peñasco en la bahía desde donde comienza a perfilarse la ciudad. A su alrededor, una gran playa. En octubre no debía haber nadie en la playa. Este octubre fue totalmente atípico. Calor y sol. Ya desde temprano, con el sol radiante, la gente se acercaba poco a poco a internarse en el mar. La plaza mayor con el hermoso edificio del Ayuntamiento, le dan a esta ciudad la importancia que tiene. Puerto de ferrys hacia Francia, hacia Irlanda e Inglaterra, remplazan con esta nueva actividad su tradicional exportación de cárbón de las minas hulleras de Asturias. Gijón creció en su momento con la repatriación de los capitales indianos, aquellos primeros inmigrantes asturianos que fueron a Méjico, Puerto rico y Cuba y regresaron con la América hecha. No todos tuvieron la suerte de ellos. Muchos de sus edificios y calles recuerdan a su gran escritor don Gaspar de Jovellanos.
Y siguiendo el Cantábrico llegamos a esta pequeña y asombrosa villa pesquera. Cudillero. Un pueblo que encontró una pequeña bahía y entre las montañas construyó sus casas, utilizando su faldeo. A lo largo de los últimos años fue mutando de pueblo pesquero a un verdadero punto de encuentro turístico. Su abrupto paisje marino hace que se destaquen los acantilados, solamente interrumpidos por ensenadas como la de San Pedro o de la Concha de Artedo y, de tanto en tanto, hermosas y silenciosas playas.
Las casas se escalonan en la montaña conformando un hermoso conjunto, como si fuera un gran anfiteatro. Algunas que parecieran adelantarse sobre otras quedan colgadas de la montaña. La capilla del Humilladero es del S. XIII. La iglesia parroquial es un edificio gótico.
La historia de Cudillero es tradición marítima. Lo fué desde siempre cuando los hombres salían a pesacar y volvían después de muchos días. O no. Ahora los pescadores regresan todas las tardes. Sus dos puertos dan lugar ahora a una marina de veleros y lanchas particulares, siendo un espacio ideal para el paseo y único modo de acceder al faro. Sus aguas transparentes lo hacen ideal para el buceo.
La comarca circundante es la zona Vaqueira donde se levantan las brañas, donde habitaban los ganaderos trashumantes y los arrieros, casi siempre marginados por la iglesia y por el estado. Alguna vieja inscripción reza. "No pasan de aquí a oir misa los Baqueros".
Mas tarde, sobre las tres, llegamos a Vegadeo a almorzar.
Lugo
Así nos fuimos entrando en tierras de Galicia, entre montañas y por modernas carreteras y autovías camino a Lugo.
Esta ciudad tiene una joya importante. Su larga muralla de casi tres kilómetros de perímetro, construida por los romanos y totalmente conservada. Por ello ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Fue fundada en -25 (antes de Cristo) por Pablo Fabio Máximo como "castra" o formación militar y la denominó "Lucus Augusti", lugar de Augusto en honor al César. De ahi su nombre gallego actual. Aquí volvimos a encontrar los testimonios del Camino de los Peregrinos, practicamente la ciudad mas importante antes de llegar a Santiago de Compostela.
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